26/06/2015, 00:10
Daruu retiró la mano, y con aquel gesto la llama se apagó. Ayame sacudió ligeramente la cabeza, como si acabara de despertar de un sueño, y descubrió en su rostro los rastros de un ligero sonrojo que ella misma vestía en sus mejillas arreboladas.
Un súbito olor a quemado inundó sus fosas nasales. No sabía de dónde provenía, pero antes de que Daruu hubiese pronunciado una sola palabra, Ayame se había girado para comprobar su origen. No tuvo que buscar demasiado. Una violenta explosión sacudió todo el local. La muchacha se levantó de golpe, ensordecida y sobresaltada. Ni siquiera llegó a escuchar los gritos de los clientes, ni siquiera se dio cuenta de que con el movimiento había derribado la silla en la que había estado sentada, pero en aquel instante nada le importó.
Una llamarada brotó de la misma puerta de la cocina como si de la boca de un dragón se tratara y ella contuvo la respiración en consecuencia.
—¡KIROE-SAN! —exclamó, y en apenas dos segundos había atravesado el local y había saltado por encima de la barra para entrar en la cocina. Tenía que comprobar que la pastelera se encontraba bien, tenía que comprobar que todo estaba en orden.
Y sus técnicas acuáticas serían de gran ayuda si se había producido de verdad un incendio.
Un súbito olor a quemado inundó sus fosas nasales. No sabía de dónde provenía, pero antes de que Daruu hubiese pronunciado una sola palabra, Ayame se había girado para comprobar su origen. No tuvo que buscar demasiado. Una violenta explosión sacudió todo el local. La muchacha se levantó de golpe, ensordecida y sobresaltada. Ni siquiera llegó a escuchar los gritos de los clientes, ni siquiera se dio cuenta de que con el movimiento había derribado la silla en la que había estado sentada, pero en aquel instante nada le importó.
Una llamarada brotó de la misma puerta de la cocina como si de la boca de un dragón se tratara y ella contuvo la respiración en consecuencia.
—¡KIROE-SAN! —exclamó, y en apenas dos segundos había atravesado el local y había saltado por encima de la barra para entrar en la cocina. Tenía que comprobar que la pastelera se encontraba bien, tenía que comprobar que todo estaba en orden.
Y sus técnicas acuáticas serían de gran ayuda si se había producido de verdad un incendio.