18/05/2017, 16:16
— No tengo ni la más remota idea de cómo plantar una semilla, lo único que sé es que algunas necesitan agua para vivir... ¿No? Regando, regadera... — Se sinceró mientras jugaba con sus manos. — Así que... Bueno, quizá entre los cultivos encontremos alguna pista.
Se encogió de hombros mientras miraba a Karamaru sin una expresión fija en ellos. Yamamoto volvió con un par de utensilios de jardinería, abono en su hombro y una bolsa de lo que podían ser semillas...
— ¡Ya estoy aquí chicos! ¿Nos ponemos manos a la obra? — Preguntó con una sonrisa de oreja a oreja.
—Esto... Disculpe... Pero creo que nos haría falta una clasecilla de jardinería. — Pidió una sonrosada Eri mientras desviaba un poco la vista.
— Claro chicos, ¡bastante vais a hacer ya como para que me moleste ayudaros! — Alegó mientras dejaba todo lo que cargaba en el suelo, al lado de uno de los cultivos que estaba trabajando antes de que fuese interrumpido. — Primero tenéis que preparar la tierra, para eso utilizad la pala y el rastrillo, o si no con las manos, así, ¿veis? — Sus manos se movían habilidosas, haciendo como una montaña de tierra, luego hizo un pequeño agujero en el medio. — Ahí va la semilla, una vez la ponéis, tapáis con arena bien, y vais dejando espacios entre las semillas para que crezcan sin problemas.
Luego se levantó y se sacudió la tierra de las manos.
— ¿Alguna duda?
Se encogió de hombros mientras miraba a Karamaru sin una expresión fija en ellos. Yamamoto volvió con un par de utensilios de jardinería, abono en su hombro y una bolsa de lo que podían ser semillas...
— ¡Ya estoy aquí chicos! ¿Nos ponemos manos a la obra? — Preguntó con una sonrisa de oreja a oreja.
—Esto... Disculpe... Pero creo que nos haría falta una clasecilla de jardinería. — Pidió una sonrosada Eri mientras desviaba un poco la vista.
— Claro chicos, ¡bastante vais a hacer ya como para que me moleste ayudaros! — Alegó mientras dejaba todo lo que cargaba en el suelo, al lado de uno de los cultivos que estaba trabajando antes de que fuese interrumpido. — Primero tenéis que preparar la tierra, para eso utilizad la pala y el rastrillo, o si no con las manos, así, ¿veis? — Sus manos se movían habilidosas, haciendo como una montaña de tierra, luego hizo un pequeño agujero en el medio. — Ahí va la semilla, una vez la ponéis, tapáis con arena bien, y vais dejando espacios entre las semillas para que crezcan sin problemas.
Luego se levantó y se sacudió la tierra de las manos.
— ¿Alguna duda?