21/05/2017, 19:10
Así fue como la kunoichi se retiró tras despedirse del Morikage. Dudas no tenía y seguramente sería más conveniente que las respondieran en el mismo trabajo, después de todo Kenzou no tenía la necesidad de saber cada detalle al respecto.
Lo primero que ella haría sería regresar a casa para preparar todas sus cosas para el día siguiente, cuando comenzaría el trabajo que seguramente no tendría mayores inconvenientes. ~¿Me regañarán si un mapache se roba algo? ~pensaba divertida mientras bajaba las escaleras.
—¿Me matarán si no voy? —Murmuraba aún somnolienta debajo de las sábanas.
—Kenzou dijo que era urgente —respondió la mujer espectral que se encontraba a un lado de la cama.
—¿Y por qué tan temprano?
La pelirroja siguió quejándose por el resto de la mañana, no tenía muchas ganas de salir y cuidar un carromato que seguramente no tendría ningún tipo de inconveniente por el camino pero era el trabajo que le habían asignado, no le quedaba de otra que hacerlo o seguramente el Morikage le daría una paliza por inútil.
Tras desayunar y coger todas sus herramientas, la chica salió de casa y se dirigió hacia el lugar mencionado por el pergamino, la entrada de la aldea. Con un poco de suerte los demás habrían llegado más temprano y podrían partir antes de lo esperado ~dudo que sea un viaje agradable ~se dijo a sí misma teniendo en cuenta que iban a salir de Kusagakure y por ende, era más que probable que todos los que la acompañarán sepan de los rumores.
Lo primero que ella haría sería regresar a casa para preparar todas sus cosas para el día siguiente, cuando comenzaría el trabajo que seguramente no tendría mayores inconvenientes. ~¿Me regañarán si un mapache se roba algo? ~pensaba divertida mientras bajaba las escaleras.
—¿Me matarán si no voy? —Murmuraba aún somnolienta debajo de las sábanas.
—Kenzou dijo que era urgente —respondió la mujer espectral que se encontraba a un lado de la cama.
—¿Y por qué tan temprano?
La pelirroja siguió quejándose por el resto de la mañana, no tenía muchas ganas de salir y cuidar un carromato que seguramente no tendría ningún tipo de inconveniente por el camino pero era el trabajo que le habían asignado, no le quedaba de otra que hacerlo o seguramente el Morikage le daría una paliza por inútil.
Tras desayunar y coger todas sus herramientas, la chica salió de casa y se dirigió hacia el lugar mencionado por el pergamino, la entrada de la aldea. Con un poco de suerte los demás habrían llegado más temprano y podrían partir antes de lo esperado ~dudo que sea un viaje agradable ~se dijo a sí misma teniendo en cuenta que iban a salir de Kusagakure y por ende, era más que probable que todos los que la acompañarán sepan de los rumores.