25/05/2017, 22:43
Akame se limitó a asentir con gesto reflexivo ante la respuesta de la kunoichi. «¿Así que borracho, a estas horas?». Sin duda era un dato a tener en cuenta; un hombre ebrio a poco más de las doce del mediodía no podía significar nada bueno para el negocio familiar. Aquello abría toda una nueva serie de teorías y argumentaciones sobre lo que había ocurrido allí.
Porque esa era la cuestión. Los gennin empezaban a sospechar —como no tardó en verbalizar Noemi— que la señora Tofu o bien no sabía, o bien no quería, contarles la verdad.
—Que yo sepa nadie ha hecho inventario —respondió el Uchiha.
Sea como fuere, parecía que los tres estaban convencidos de que esperar a la noche para cazar al responsable infraganti era la mejor opción. Datsue sugirió esperar en cierto bar y Noemi decidió que se quedaría allí. Akame lo meditó durante unos instantes antes de responder con tranquilidad.
—Creo que ambos puntos son válidos. Si dejamos el lugar sin vigilancia nos arriesgamos a que quien quiera que sea aparezca sin ser visto. Pero si nos quedamos los tres, llamaremos demasiado la atención.
Se dio media vuelta, enfilando la calle, e hizo un gesto a Datsue para que le indicase el camino hacia el bar.
—Lo mejor parece separarnos. Datsue-kun y yo podemos esperar en el bar.
Porque esa era la cuestión. Los gennin empezaban a sospechar —como no tardó en verbalizar Noemi— que la señora Tofu o bien no sabía, o bien no quería, contarles la verdad.
—Que yo sepa nadie ha hecho inventario —respondió el Uchiha.
Sea como fuere, parecía que los tres estaban convencidos de que esperar a la noche para cazar al responsable infraganti era la mejor opción. Datsue sugirió esperar en cierto bar y Noemi decidió que se quedaría allí. Akame lo meditó durante unos instantes antes de responder con tranquilidad.
—Creo que ambos puntos son válidos. Si dejamos el lugar sin vigilancia nos arriesgamos a que quien quiera que sea aparezca sin ser visto. Pero si nos quedamos los tres, llamaremos demasiado la atención.
Se dio media vuelta, enfilando la calle, e hizo un gesto a Datsue para que le indicase el camino hacia el bar.
—Lo mejor parece separarnos. Datsue-kun y yo podemos esperar en el bar.