26/05/2017, 20:14
«Creo que he metido la pata...» Alegó mientras miraba el palo de sus dangos. Sí, había sido todo demasiado repentino y tan surrealista que le estaba costando asimilarlo, pero... ¿Qué debería hacer? Sin embargo, pese a estar sumergida en sus pensamientos algo caliente rodeó sus hombros y pronto se vio envuelta en un trozo de tela oscura, levantó los ojos y vio como Nabi quedaba en manga corta.
Mordió su labio inferior y volvió a mirar el palillo, de repente no tenía más ganas de comer aquello. ¿Qué estaba haciendo? Apretó su mano, intentando decidir qué hacer, pero todo lo que sentía era como su mente nublada no quería reaccionar ante aquello.
— Eri-chan... respecto a lo de antes... Quiero que sepas que no pasa nada si dices que no.
«No...»
Él había comenzado a hablar de nuevo, sí, seguramente estaría dolido porque ella no había respondido nada y sin embargo allí estaba, sin decir nada; y el pobre Senju pensando que estaba incómoda y siempre pensando en su bienestar... Como siempre, siempre acudiendo a su ayuda, y ella no pareció verlo.
—Que si estás incomoda me voy y ya está.
— No te vayas... — Pidió mientras levantaba su mano libre y sujetaba la camiseta de Nabi con fuerza, arrugándola. — Es que... No sé qué decirte... Yo... Yo no sabía nada, Nabi-kun. — Consiguió decir mientras no perdía de vista los dos dangos que tenía, como si fuesen lo más interesante del mundo. — Nunca había pensado en esto... Y sin embargo, ahora no sé por qué mi corazón va tan deprisa... Y me siento muy feliz... Es como algo nuevo que nunca había sentido...
Levantó los ojos, un poco acuosos, las lágrimas se acumulaban en ellos sin su permiso, por el nerviosismo y la mezcla de emociones que acababa de descubrir tenía dentro de su corazón.
— Pero... Yo... Yo quiero estar contigo, quiero... Quiero seguir sintiéndome así, y eres tú quien ha hecho que sienta esto... Por eso...—suspiró—Dame una oportunidad, Nabi-kun.
Volvió a apretar, esta vez con más fuerza; la camiseta de Nabi, y sin pensárselo tiró de ella hasta que pudo refugiarse en el pecho del Senju, rodeándole con el brazo en el que tenía sujeto con la mano el palo con la comida, sin embargo no deshizo el agarre que mantenía con la otra, sujetándolo fuerte para que no se fuese mientras que ocultaba su rostro sonrojado en su camiseta, queriendo quedarse así hasta que los latidos dejasen de resonar en su cabeza o que su rostro dejase de quemar.
Mordió su labio inferior y volvió a mirar el palillo, de repente no tenía más ganas de comer aquello. ¿Qué estaba haciendo? Apretó su mano, intentando decidir qué hacer, pero todo lo que sentía era como su mente nublada no quería reaccionar ante aquello.
— Eri-chan... respecto a lo de antes... Quiero que sepas que no pasa nada si dices que no.
«No...»
Él había comenzado a hablar de nuevo, sí, seguramente estaría dolido porque ella no había respondido nada y sin embargo allí estaba, sin decir nada; y el pobre Senju pensando que estaba incómoda y siempre pensando en su bienestar... Como siempre, siempre acudiendo a su ayuda, y ella no pareció verlo.
—Que si estás incomoda me voy y ya está.
— No te vayas... — Pidió mientras levantaba su mano libre y sujetaba la camiseta de Nabi con fuerza, arrugándola. — Es que... No sé qué decirte... Yo... Yo no sabía nada, Nabi-kun. — Consiguió decir mientras no perdía de vista los dos dangos que tenía, como si fuesen lo más interesante del mundo. — Nunca había pensado en esto... Y sin embargo, ahora no sé por qué mi corazón va tan deprisa... Y me siento muy feliz... Es como algo nuevo que nunca había sentido...
Levantó los ojos, un poco acuosos, las lágrimas se acumulaban en ellos sin su permiso, por el nerviosismo y la mezcla de emociones que acababa de descubrir tenía dentro de su corazón.
— Pero... Yo... Yo quiero estar contigo, quiero... Quiero seguir sintiéndome así, y eres tú quien ha hecho que sienta esto... Por eso...—suspiró—Dame una oportunidad, Nabi-kun.
Volvió a apretar, esta vez con más fuerza; la camiseta de Nabi, y sin pensárselo tiró de ella hasta que pudo refugiarse en el pecho del Senju, rodeándole con el brazo en el que tenía sujeto con la mano el palo con la comida, sin embargo no deshizo el agarre que mantenía con la otra, sujetándolo fuerte para que no se fuese mientras que ocultaba su rostro sonrojado en su camiseta, queriendo quedarse así hasta que los latidos dejasen de resonar en su cabeza o que su rostro dejase de quemar.
![[Imagen: ksQJqx9.png]](https://i.imgur.com/ksQJqx9.png)