28/05/2017, 13:59
—¿Votación? No te sigo, Datsue-kun —respondió el Uchiha, aun sin salir de su asombro—. Aquí no veo ninguna votación, sólo una misión que cumplir.
Y así, con aquellas simples palabras, Akame, también conocido como el Devoralibros por alguno de sus compañeros, pasó a convertirse para Datsue como Akame el profesional.
—Bien —no pudo decir más.
Noemi se había ido, aparentemente en busca de la señora Tofu. ¿Dónde? El Uchiha no tenía ni la más remota idea. En la tienda no estaría, eso desde luego, pues la acababan de abandonar hacía cinco minutos. Pero quizá hubiese averiguado su dirección cuando salió a investigar por su cuenta.
Fuese como fuese, había que detener a aquellos chiquillos hasta su identificación ante la señora Tofu.
Dio media vuelta, decidido a ello, pero seguía sin ser capaz de mirarles, como si sus ojos estuviesen magnetizados y ellos, a su vez, también, por el mismo polo. Chasqueó la lengua, contrariado por su propia actitud.
—Os ofreceré un trato —dijo al fin, de mala gana, todavía sin mirarles a la cara—. Nuestra misión es detener al ladrón, y, si nos ceñimos estrictamente al significado de la palabra, yo no veo más ladrón que al perro —desvió brevemente la mirada hacia Akame, para ver como reaccionaba ante aquello—. Iros ahora, y solo el perro sufrirá las consecuencias. Quizá algún guardia se apiade de él y lo adopte… —«Un quizá muy poco probable»—. O quizá lo sacrifiquen. Quedaos, y todos asumiréis las consecuencias....
»Decidid.
Y así, con aquellas simples palabras, Akame, también conocido como el Devoralibros por alguno de sus compañeros, pasó a convertirse para Datsue como Akame el profesional.
—Bien —no pudo decir más.
Noemi se había ido, aparentemente en busca de la señora Tofu. ¿Dónde? El Uchiha no tenía ni la más remota idea. En la tienda no estaría, eso desde luego, pues la acababan de abandonar hacía cinco minutos. Pero quizá hubiese averiguado su dirección cuando salió a investigar por su cuenta.
Fuese como fuese, había que detener a aquellos chiquillos hasta su identificación ante la señora Tofu.
Dio media vuelta, decidido a ello, pero seguía sin ser capaz de mirarles, como si sus ojos estuviesen magnetizados y ellos, a su vez, también, por el mismo polo. Chasqueó la lengua, contrariado por su propia actitud.
—Os ofreceré un trato —dijo al fin, de mala gana, todavía sin mirarles a la cara—. Nuestra misión es detener al ladrón, y, si nos ceñimos estrictamente al significado de la palabra, yo no veo más ladrón que al perro —desvió brevemente la mirada hacia Akame, para ver como reaccionaba ante aquello—. Iros ahora, y solo el perro sufrirá las consecuencias. Quizá algún guardia se apiade de él y lo adopte… —«Un quizá muy poco probable»—. O quizá lo sacrifiquen. Quedaos, y todos asumiréis las consecuencias....
»Decidid.
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado