28/05/2017, 14:43
(Última modificación: 29/07/2017, 02:17 por Amedama Daruu.)
—No tienes que darnos explicaciones, Daruu-kun —le rectificó Kōri, que estaba frotándose las manos para desentumecérselas—. Somos ninjas y estamos cumpliendo una misión. Si tenemos orden de no conocer la naturaleza de una mercancía, debemos acatarlas.
—Ya, pero... No sé, vuestras caras... —comenzó a decir. Finalmente, optó por la mejor opción, que era la de callar y seguir cenando.
Los dos hermanos callaron e hicieron lo mismo. Ayame se sentó sobre su saco de dormir, con un gesto tremendamente apesadumbrado, abrazándose las rodillas. Daruu lo asoció inicialmente al tema de las fresas shiroshimo, pero ella misma se desenmascaró enseguida:
—No se puede decir que haya sido de mucha ayuda durante esta misión —balbuceó, con un hilo de voz—. Si hubiéseis ido tú y Kōri no habría habido ninguna diferencia...
Daruu la observó, con el rostro torcido unos instantes. Suspiró y se rascó la cabeza.
—Ayer, cuando dijiste que querías impresionar a tu padre, tu mirada era muy distinta —dijo—. Honestamente, te admiré en ese momento, tanto que me sentí frustrado por no tener ninguna meta.
Se levantó.
—Me pareciste alguien muy genial, sólo por unos momentos. Yo que tú dejaba de hacer y decir estas cosas, tienes serios problemas de autoestima y eso te retrasa y te frena. —Se encogió de hombros y se dirigió a su saco de dormir—. Incluso algún día me gustaría luchar contra ti, pero a este ritmo si te centras en lo negativo y te inventas cosas que no son verdad no vas a llegar al nivel. Me voy a dormir. Buenas noches.
«¿Por qué me afecta tanto?»
Daruu estaba enfadado con su actitud. ¿Qué narices era esa manera de ver las cosas? La noche anterior había estado tan decidida que le había inspirado, y ahora, ahora...
Se enfundó en el saco de dormir y abrochó la cremallera.
—Ya, pero... No sé, vuestras caras... —comenzó a decir. Finalmente, optó por la mejor opción, que era la de callar y seguir cenando.
Los dos hermanos callaron e hicieron lo mismo. Ayame se sentó sobre su saco de dormir, con un gesto tremendamente apesadumbrado, abrazándose las rodillas. Daruu lo asoció inicialmente al tema de las fresas shiroshimo, pero ella misma se desenmascaró enseguida:
—No se puede decir que haya sido de mucha ayuda durante esta misión —balbuceó, con un hilo de voz—. Si hubiéseis ido tú y Kōri no habría habido ninguna diferencia...
Daruu la observó, con el rostro torcido unos instantes. Suspiró y se rascó la cabeza.
—Ayer, cuando dijiste que querías impresionar a tu padre, tu mirada era muy distinta —dijo—. Honestamente, te admiré en ese momento, tanto que me sentí frustrado por no tener ninguna meta.
Se levantó.
—Me pareciste alguien muy genial, sólo por unos momentos. Yo que tú dejaba de hacer y decir estas cosas, tienes serios problemas de autoestima y eso te retrasa y te frena. —Se encogió de hombros y se dirigió a su saco de dormir—. Incluso algún día me gustaría luchar contra ti, pero a este ritmo si te centras en lo negativo y te inventas cosas que no son verdad no vas a llegar al nivel. Me voy a dormir. Buenas noches.
«¿Por qué me afecta tanto?»
Daruu estaba enfadado con su actitud. ¿Qué narices era esa manera de ver las cosas? La noche anterior había estado tan decidida que le había inspirado, y ahora, ahora...
Se enfundó en el saco de dormir y abrochó la cremallera.
![[Imagen: K02XwLh.png]](https://i.imgur.com/K02XwLh.png)