27/06/2015, 22:13
Los ojos del chico de Uzu empezaban a acostumbrarse a la luz naranja amarillenta de la antorcha.
Ahora que tenía una fuente de luz y calor se sentía un poco mejor, al menos en el aspecto psicológico. Sin embargo, la voz de su compañera impidió que aquel momento de alivio se convirtiera en euforia.
—Tienes razón —acepto él, mientras miraba los aun rojos ojos de la kunoichi.
Con aquello dicho, la chica se pondría en marcha mientras se iba apoyando en la pared. Sin embargo, en aquel momento Kazuma pudo notar algo. De alguna manera se fijo en que al caminar la chica inclinaba más un hombro que otro.
Inmediatamente pensó en que se pudo haber golpeado durante la caída, pero aquella idea quedo descartada en cuanto vio como unas gotas de sangre caía desde el mismo. Entonces lo supo, la herida en el hombro probablemente había su causada por el corte de un kunai, el kunai que el mismo había arrojado.
«Ya veo, así que el arma que le arroje le dio en el hombro» —reflexiono.
«Joder, la idea era que cayera enfrente de ella, no que le golpeara» —se lamento.
—Espera… —alcanzo a decir—.No es que sea mi problema, pero creo que deberíamos cubrir la herida de tu hombro —no se encontraba seguro de cómo respondería la chica, pero si estaba seguro de que esta volvería a clavar sus ojos carmesí en el—. Digo estamos rodeados de agua y lodo, si tu herida se llega a infectar vas a pasar un mal rato.
A pesar de aquello era lo más lógico, quizás fuese la culpa la que le motivaba a actuar. Indiferentemente del motivo, arranco un trozo más de sus ya hecha girones, ropas tradicionales y lo paso por la llama de la antorcha para secarlo y hacer una especie de venda improvisada.
Ahora que tenía una fuente de luz y calor se sentía un poco mejor, al menos en el aspecto psicológico. Sin embargo, la voz de su compañera impidió que aquel momento de alivio se convirtiera en euforia.
—Tienes razón —acepto él, mientras miraba los aun rojos ojos de la kunoichi.
Con aquello dicho, la chica se pondría en marcha mientras se iba apoyando en la pared. Sin embargo, en aquel momento Kazuma pudo notar algo. De alguna manera se fijo en que al caminar la chica inclinaba más un hombro que otro.
Inmediatamente pensó en que se pudo haber golpeado durante la caída, pero aquella idea quedo descartada en cuanto vio como unas gotas de sangre caía desde el mismo. Entonces lo supo, la herida en el hombro probablemente había su causada por el corte de un kunai, el kunai que el mismo había arrojado.
«Ya veo, así que el arma que le arroje le dio en el hombro» —reflexiono.
«Joder, la idea era que cayera enfrente de ella, no que le golpeara» —se lamento.
—Espera… —alcanzo a decir—.No es que sea mi problema, pero creo que deberíamos cubrir la herida de tu hombro —no se encontraba seguro de cómo respondería la chica, pero si estaba seguro de que esta volvería a clavar sus ojos carmesí en el—. Digo estamos rodeados de agua y lodo, si tu herida se llega a infectar vas a pasar un mal rato.
A pesar de aquello era lo más lógico, quizás fuese la culpa la que le motivaba a actuar. Indiferentemente del motivo, arranco un trozo más de sus ya hecha girones, ropas tradicionales y lo paso por la llama de la antorcha para secarlo y hacer una especie de venda improvisada.