29/05/2017, 07:43
Tras aquella demostración de una naturaleza sumamente destructiva, el delgado hombre festejó alegremente que aquello les vendría genial para lo que sea que vayan a usar la hoguera.
Ritsuko sencillamente dedicó una sonrisa nerviosa y se dirigió hacia el río para lavarse las manos al menos vagamente y aprovechó también para tirarse tanta agua como pudo encima. Era una verdadera ventaja vestir colores oscuros o de lo contrario se habría transparentado toda prenda que tenía encima, pero no era el caso así que podía darse el lujo, además que aquella ropa estando empapada no se arrugaba ni nada por el estilo, mantenía la forma a excepción de la falda que de todas formas no se mojó.
Luego de un rato el único de aquellos dos que hablaba la llamó afirmando que la comida estaba lista. ~Mira tú, pensé que me las tendría que arreglar para conseguir lo mío ~se decía a sí misma mientras se acercaba encantada a la ubicación de los otros dos y aceptaba gustosa la cantimplora que le ofrecieron.
Siendo así, la chica se sirvió un trozo de carne no muy grande y a diferencia del hombretón, ella prefirió soplarle para enfriarlo aunque sea un poco antes de llevárselo a la boca con cierta delicadeza por temor a quemarse. Irónico, ¿verdad? Que una chica que escupe lava tenga miedo a quemarse…
Por obvias razones la pelirroja se había sentado de modo que pudiera tener en su rango visual la carga que se suponía debía de cuidar, pero una pregunta la interrumpió y una vez más la tomó por sorpresa.
—Pues… Puedo crear clones sencillos y también mover bloques de tierra —fue lo único que se le ocurrió decir en ese momento.
Claro que no sonaba como nada sorprendente, y si vamos al caso muchos otros shinobis tendrían habilidades muy superiores a las suyas, pero es lo que sabía hacer por ahora y no tenía caso mentir, aunque también de casualidad se acordó de otra cosilla.
—También puedo hacer algunas cosas de goma, aunque no son muy útiles —confesó al fin, recordando que había desarrollado una técnica que le permitía extraer tiras de goma de cualquiera de sus válvulas o de la propia boca—. Creo que nada más.
¿Qué más podía decir? Al no saberlo simplemente volvió su mirada al carromato. Por las dudas.
Ritsuko sencillamente dedicó una sonrisa nerviosa y se dirigió hacia el río para lavarse las manos al menos vagamente y aprovechó también para tirarse tanta agua como pudo encima. Era una verdadera ventaja vestir colores oscuros o de lo contrario se habría transparentado toda prenda que tenía encima, pero no era el caso así que podía darse el lujo, además que aquella ropa estando empapada no se arrugaba ni nada por el estilo, mantenía la forma a excepción de la falda que de todas formas no se mojó.
Luego de un rato el único de aquellos dos que hablaba la llamó afirmando que la comida estaba lista. ~Mira tú, pensé que me las tendría que arreglar para conseguir lo mío ~se decía a sí misma mientras se acercaba encantada a la ubicación de los otros dos y aceptaba gustosa la cantimplora que le ofrecieron.
Siendo así, la chica se sirvió un trozo de carne no muy grande y a diferencia del hombretón, ella prefirió soplarle para enfriarlo aunque sea un poco antes de llevárselo a la boca con cierta delicadeza por temor a quemarse. Irónico, ¿verdad? Que una chica que escupe lava tenga miedo a quemarse…
Por obvias razones la pelirroja se había sentado de modo que pudiera tener en su rango visual la carga que se suponía debía de cuidar, pero una pregunta la interrumpió y una vez más la tomó por sorpresa.
—Pues… Puedo crear clones sencillos y también mover bloques de tierra —fue lo único que se le ocurrió decir en ese momento.
Claro que no sonaba como nada sorprendente, y si vamos al caso muchos otros shinobis tendrían habilidades muy superiores a las suyas, pero es lo que sabía hacer por ahora y no tenía caso mentir, aunque también de casualidad se acordó de otra cosilla.
—También puedo hacer algunas cosas de goma, aunque no son muy útiles —confesó al fin, recordando que había desarrollado una técnica que le permitía extraer tiras de goma de cualquiera de sus válvulas o de la propia boca—. Creo que nada más.
¿Qué más podía decir? Al no saberlo simplemente volvió su mirada al carromato. Por las dudas.