Este foro utiliza cookies
Este foro utiliza cookies para guardar tu información de inicio de sesión si estás registrado, y tu última visita si no lo estás. Las cookies son pequeños documentos de texto guardados en tu ordenador; las cookies establecidas por este foro sólo pueden ser utilizadas en este mismo sitio y no poseen riesgos de seguridad. Las cookies de este foro también llevan un registro de los temas que has leído y cuándo fue la última vez que los leíste. Los administradores NO tienen acceso a esta información, sólo TU NAVEGADOR. Por favor confirma si aceptas el establecimiento de estas cookies.

Se guardará una cookie en tu navegador sea cual sea tu elección para no tener que hacerte esta pregunta otra vez. Podrás cambiar tus ajustes sobre cookies en cualquier momento usando el link en el pie de página.
Otoño-Invierno de 221

Fecha fijada indefinidamente con la siguiente ambientación: Los ninjas de las Tres Grandes siguen luchando contra el ejército de Kurama allá donde encuentran un bastión sin conquistar. Debido a las recientes provocaciones del Nueve Colas, los shinobi y kunoichi atacan con fiereza en nombre de la victoria. Kurama y sus generales se encuentran acorralados en las Tierras Nevadas del Norte, en el País de la Tormenta. Pero el invierno está cerca e impide que cualquiera de los dos bandos avance, dejando Oonindo en una situación de guerra fría, con pequeñas operaciones aquí y allá. Las villas requieren de financiación tras la pérdida de efectivos en la guerra, y los criminales siguen actuando sobre terreno salpicado por la sangre de aliados y enemigos, por lo que los ninjas también son enviados a misiones de todo tipo por el resto del mundo, especialmente aquellos que no están preparados para enfrentarse a las terribles fuerzas del Kyuubi.
#51
Tal y como suponía, aquella fue la peor noche en mucho, muchísimo tiempo. Era incapaz de dormir, y Ayame se pasó gran parte de la noche hecha un ovillo en su saco, esforzándose porque no se escucharan sus llantos. Y las veces que conseguía concebir mínimamente el sueño, soñaba con la academia y, lo peor, soñaba con Setsuna y con su grupo. Creía haberlos olvidado, pero una y otra vez se despertaba entre jadeos, apretándose con tanta fuerza la bandana contra la frente que los tornillos de la placa llegaron a clavarse en su piel. Y antes de que pudiera volver a dormirse de nuevo, llegó el alba y sintió la mano de Kōri sobre su hombro, llamándola.

—Buenos días —escuchó la voz de Daruu en la entrada del iglú—. Ya tengo todo recogido, así que cuando queráis, nos vamos.

Sin embargo, ella no respondió. Se levantó en completo silencio, frotándose unos ojos escocidos y enrojecidos, y se afanó en recoger su saco de dormir y sus pertenencias. Kōri, igual que Daruu, debía de haber terminado ya porque la estaba esperando en la entrada. Por el rabillo del ojo vio que el genin se acercaba a ella, seguramente a recoger su propia mochila. Y aquella sensación en el pecho de Ayame volvió a encenderse como un horno a todo gas.

Por eso, cuando Daruu hizo chocar su hombro contra ella se topó, literalmente, con una cascada de agua que estalló en su rostro.

Ayame ni siquiera comentó nada al respecto. Muda como una estatua de mármol y con lágrimas rodando por sus mejillas, salió del iglú, pasó por delante de su propio hermano y aceleró el paso para ponerse a la cabeza del grupo. Lo suficientemente lejos como para no tener que establecer contacto con ellos, pero lo suficientemente cerca como para no perderlos de vista y terminar perdida.

Al menos esa era su intención. Pero no llegó muy lejos. Un muro de hielo surgió frente a sus narices, alto como una torre.

A sabiendas de quién era el causante de su detención, Ayame se volvió hacia Kōri. Pero toda la rabia que hervía en su pecho se congeló cuando sintió los gélidos ojos del jonin clavados sobre ella como dos estacas afiladas. Tenía las manos entrelazadas a la altura del pecho.

—No pienso hacer de niñera —expresó Kōri, claro, conciso y cortante como el vidrio—. Así que no nos vamos a mover de aquí hasta que resolváis vuestras diferencias.

Ayame apretó los puños hasta hacerse daño. Pero, obstinada como ella sola y llorando en silencio, apartó la mirada a un lado.
[Imagen: kQqd7V9.png]
Sprite por Karvistico.


—Habitación de Ayame: Link

No respondo dudas por MP.
Responder


Mensajes en este tema
(D) El ingrediente secreto - por Aotsuki Ayame - 4/04/2017, 19:54
RE: (D) El ingrediente secreto - por Aotsuki Ayame - 29/05/2017, 23:53


This forum uses Lukasz Tkacz MyBB addons.