31/05/2017, 20:05
Koko aprovechó aquel instante para tomar asiento en la cama, justo a un lado de Datsue de modo que pudiera mirarle fijamente mientras contaba su versión de los hechos. Aunque se había dejado el armario abierto, pero como se centró en el Uchiha ni se percataría de lo obvio.
Se mantuvo en absoluto silencio durante todo el rato, rara vez parpadeaba dando la impresión de que tuvo algún pariente vaca, por eso de que se mantienen estáticas durante muchísimo tiempo y tal. Pero al final cuando terminó de hablar simplemente parpadeó un buen par de veces y guardó silencio por un rato más, luego exhaló lentamente dando la impresión de que se había aguantado la respiración durante todo el rato —cosa que no ocurrió— y finalmente se dignó a hablar.
—Bueno, supongo que tu versión es mejor que la de una ebria —fue lo único que se le ocurrió decirle—. Aparte que es cierto que mientras duerme se pega a lo primero que encuentra, me pasó mil veces —agregó restándole importancia.
Es más, sabía que más de un hombre se haría malas ideas al respecto e incluso tendrían alguna fantasía extraña pero como Datsue en ningún momento se dignó a negar la homosexualidad, la rubia dedujo que la sola imagen mental de dos chicas durmiendo juntas no le resultaría atractiva en lo más mínimo.
—Bueno, ya no te retengo más, si quieres puedes irte, en cuanto encuentre el pantalón te lo llevo —comentó ya poniéndose en pie una vez más—¿A qué hora más o menos sueles estar?
A ver si justo molesta cuando está durmiendo o directamente salió.
Se mantuvo en absoluto silencio durante todo el rato, rara vez parpadeaba dando la impresión de que tuvo algún pariente vaca, por eso de que se mantienen estáticas durante muchísimo tiempo y tal. Pero al final cuando terminó de hablar simplemente parpadeó un buen par de veces y guardó silencio por un rato más, luego exhaló lentamente dando la impresión de que se había aguantado la respiración durante todo el rato —cosa que no ocurrió— y finalmente se dignó a hablar.
—Bueno, supongo que tu versión es mejor que la de una ebria —fue lo único que se le ocurrió decirle—. Aparte que es cierto que mientras duerme se pega a lo primero que encuentra, me pasó mil veces —agregó restándole importancia.
Es más, sabía que más de un hombre se haría malas ideas al respecto e incluso tendrían alguna fantasía extraña pero como Datsue en ningún momento se dignó a negar la homosexualidad, la rubia dedujo que la sola imagen mental de dos chicas durmiendo juntas no le resultaría atractiva en lo más mínimo.
—Bueno, ya no te retengo más, si quieres puedes irte, en cuanto encuentre el pantalón te lo llevo —comentó ya poniéndose en pie una vez más—¿A qué hora más o menos sueles estar?
A ver si justo molesta cuando está durmiendo o directamente salió.