31/05/2017, 21:50
Un día más tarde…
Las ventanas del apartamento de Datsue, abiertas, dejaban escapar una suave melodía de su interior. Era irregular, como si las cuerdas que la produjesen fuesen tocadas por manos inexpertas. Sin embargo, alguien entendido en música identificarían rápidamente aquel instrumento: no era otro que un shamisen, el mismo que el famoso Rokuro Hei había tocado una fatídica noche en la que Datsue y Akame habían coincidido, además de una guapa kunoichi de la que el Uchiha todavía no se había olvidado.
Había llevado aquel instrumento sellado en su cuerpo en su viaje a Isla Monotonía, con la esperanza de convencer a un rico noble de que le cediesen su herencia. No lo había conseguido, por desgracia, pero le había cogido el gusto a eso de tocar, pese a que seguía pensando que aquel no era el instrumento que mejor se adaptaba a su estilo.
«Tres. Dos. Uno…»
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado