1/06/2017, 02:23
(Última modificación: 1/06/2017, 03:42 por Uchiha Datsue.)
—¡Estupendo! —exclamó Datsue, al Koko permitirle que cantase la canción que él mismo prefiriese—. Entonces en vez de esas, que ya estarás cansada de oírlas, te cantaré Kusareño de Primavera —tomó el bachi e hizo sonar el primer acorde—. Es una canción que compuse yo mismo —aseguró, con orgullo—, mientras viajaba con Akame el Profesional y Kaido el Tiburón hacia Isla Monotonía, en una de nuestras muchas epopeyas.
Carraspeó, aclarándose la garganta, y empezó a tocar el instrumento, tumbado. Sus acordes eran más pausados de lo acostumbrado en un instrumento como aquel, mitad debido a su falta de destreza, mitad debido a querer que se adaptase al ritmo de su letra.
Entonces se arrancó a cantar, y su voz, pese a conservar ese timbre de pilluelo que tanto le caracterizaba, no sonó tan mal…
De apellido Kusagakure, de nombre Yota,
él era feliz con trigo y unas bellotas,
hasta que el cerezo llenó sus tierras de amapolas,
convirtiendo la savia de sus venas en rosas.
Ella era la Primavera, una deslumbrante Uzureña.
No había visto cosa igual, su piel no era de corteza,
y entonces supo que la amaba, que sería su princesa.
Que estaba predestinado a ella, como un Ameriense a la tormenta.
él era feliz con trigo y unas bellotas,
hasta que el cerezo llenó sus tierras de amapolas,
convirtiendo la savia de sus venas en rosas.
Ella era la Primavera, una deslumbrante Uzureña.
No había visto cosa igual, su piel no era de corteza,
y entonces supo que la amaba, que sería su princesa.
Que estaba predestinado a ella, como un Ameriense a la tormenta.
Hizo una pausa, mientras su diestra se atrevía con movimientos más rápidos y complicados. Tuvo algún fallo apreciable para oídos expertos, y algún que otro incluso para gente no versada en música, pero continuó como si no hubiese sucedido nada. Entonces, su voz se elevó, alcanzando un tono mayor:
Yota quiso cruzar Oonindo y conquistar a su Uzureña,
de ojos color magenta y gusto por las perlas.
Ella le devolvía la sonrisa al ver su cartera llena,
pero más tarde llegó el Invierno, y el fin de su cosecha.
de ojos color magenta y gusto por las perlas.
Ella le devolvía la sonrisa al ver su cartera llena,
pero más tarde llegó el Invierno, y el fin de su cosecha.
Se incorporó en el sofá, sentándose e inclinándose hacia adelante, mientras sus cuerdas vocales vibraban con mayor intensidad que nunca y las venas del cuello se le hinchaban. Llegaba la estrofa final. La conclusión:
Kusareño de nacimiento, has vuelto a echar raíces.
Tienes tu propio huerto, y una Kusareña por esposa que te sonríe.
Pero entonces dime, ¿¡por qué sigues buscando!?
¡Una flor de cerezo, entre tu sembrado!
¡Kusareño de nacimiento, han pasado ya diez años!
¡pero la Primavera no ha vuelto a pasar por tus campos!
¡Dime entonces, ¿por qué sigues buscando?!
¡Una flor de cerezo, entre tu sembrado!
Tienes tu propio huerto, y una Kusareña por esposa que te sonríe.
Pero entonces dime, ¿¡por qué sigues buscando!?
¡Una flor de cerezo, entre tu sembrado!
¡Kusareño de nacimiento, han pasado ya diez años!
¡pero la Primavera no ha vuelto a pasar por tus campos!
¡Dime entonces, ¿por qué sigues buscando?!
¡Una flor de cerezo, entre tu sembrado!
Tac. Tic. Trraack. Y la melodía, como el sollozo final de un amante engañado, llegó a su fin.
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado