1/06/2017, 23:32
(Última modificación: 29/07/2017, 02:19 por Amedama Daruu.)
Cuando Daruu salió al fin de la pastelería, el trío se dirigió hacia la torre de la Arashikage. El edificio más alto de toda Amegakure, con sus paredes adornadas aquí y allá con terroríficas cabezas de demonios y otra clase de criaturas que Ayame no era capaz de identificar. Kōri se adentró en el edificio mientras sus dos alumnos aguardaban fuera en silencio, nerviosos por su primer trabajo realizado con éxito. Al cabo de varios minutos, el jonin salió y les tendió a ambos un pergamino con una bolsa atada con un hilo rojo.
—¿Huh? ¿Qué es el pergamino? —preguntó Daruu, expresando la misma duda que estaba rondando la mente de Ayame en aquellos instantes.
—Un certificado que indica que habéis completado una misión de rango D con éxito. Probablemente os pidan cierto número de trabajos para participar en el examen de chunin.
—El... ¿examen de chunin? —balbuceó Ayame para sí. Apenas acababa de graduarse como genin, ¿cómo podía siquiera pensar en el examen de ascenso a rango medio? Se echaba a temblar de tan solo pensarlo, pero su hermano parecía muy decidido con la idea.
—Mi primera paga... qué guay. Ups, ¡perdón! —expresó Daruu, emocionado, aunque enseguida pareció avergonzarse de lo que había dicho.
Kōri esbozó una breve sonrisa.
—No hay necesidad de que te sientas culpable por estar contento. Os lo habéis ganado, es una recompensa por un trabajo bien hecho.
—No te lo vayas a gastar todo en pizza ahora —bromeó, Ayame, sonriente.
Así, cansados pero con aquella burbuja de felicidad en su pecho, los tres regresaron a sus hogares para disfrutar de un merecido descanso.
—¿Huh? ¿Qué es el pergamino? —preguntó Daruu, expresando la misma duda que estaba rondando la mente de Ayame en aquellos instantes.
—Un certificado que indica que habéis completado una misión de rango D con éxito. Probablemente os pidan cierto número de trabajos para participar en el examen de chunin.
—El... ¿examen de chunin? —balbuceó Ayame para sí. Apenas acababa de graduarse como genin, ¿cómo podía siquiera pensar en el examen de ascenso a rango medio? Se echaba a temblar de tan solo pensarlo, pero su hermano parecía muy decidido con la idea.
—Mi primera paga... qué guay. Ups, ¡perdón! —expresó Daruu, emocionado, aunque enseguida pareció avergonzarse de lo que había dicho.
Kōri esbozó una breve sonrisa.
—No hay necesidad de que te sientas culpable por estar contento. Os lo habéis ganado, es una recompensa por un trabajo bien hecho.
—No te lo vayas a gastar todo en pizza ahora —bromeó, Ayame, sonriente.
Así, cansados pero con aquella burbuja de felicidad en su pecho, los tres regresaron a sus hogares para disfrutar de un merecido descanso.