2/06/2017, 03:18
Pero Datsue no sabía que no estaba hablando con “Sakamoto Koko”, sino con “Kageyama Koko”, ni siquiera durante su tiempo en la mansión la habían querido reconocer como una verdadera hija de Káiser así que era comprensible que no tuviese tanto dinero para desperdiciar como los otros nueve.
De cualquier manera, la atención de la kunoichi estaba en la revista que no comprendía y no dudó en comenzar a hojear llevándose una parda de sorpresas que solo la confundían más.
—¿Monotonía de qué? No tiene sentido, por ahí se caga y ya —respondió viendo rápidamente infinidad de imágenes que tenían cierta similitud—. No tiene sentido —repitió desistiendo a entender nada.
Tras aquello sencillamente tiró la revista sobre el sofá y prosiguió con su tarea de mover el sofá para poder barrer bien debajo del mismo. «Ni que puedan tener hijos por meterse nada por el culo »pensaba la rubia aunque en el fondo de su ser estaba convencida de que aquello que vio era completamente imposible.
De cualquier manera, la atención de la kunoichi estaba en la revista que no comprendía y no dudó en comenzar a hojear llevándose una parda de sorpresas que solo la confundían más.
—¿Monotonía de qué? No tiene sentido, por ahí se caga y ya —respondió viendo rápidamente infinidad de imágenes que tenían cierta similitud—. No tiene sentido —repitió desistiendo a entender nada.
Tras aquello sencillamente tiró la revista sobre el sofá y prosiguió con su tarea de mover el sofá para poder barrer bien debajo del mismo. «Ni que puedan tener hijos por meterse nada por el culo »pensaba la rubia aunque en el fondo de su ser estaba convencida de que aquello que vio era completamente imposible.