2/06/2017, 22:49
— Eres una gran líder, espero el día en que te nombren Uzukage con impaciencia.
— No exageres, tu fuiste mejor líder que yo cuando hicimos la misión con Riko. — Dijo ella mientras movía la mano restándole importancia al asunto. — Además, no aspiro a ser Uzukage, con ser una buena ninja me basta, Nabi-kun, ¿tu querrías ser Kage?
Era una pregunta inocente, algo para mantener una conversación hasta llegar al edificio de la Uzukage y entregar los dos pergaminos, así, tras un par de calles y unos minutos, ambos se encontraban bajo el amparo de las puertas abiertas del gran edificio donde, por desgracia, ya no se encontraba Shiona.
«Espero que allí donde estés... Veas que seguimos haciendo lo mejor para la villa.»
Su pensamiento duró lo mismo que tardas en cruzar el marco de las puertas, y, allí, detrás del mostrador se encontraba una mujer muy joven, de cabellos rojizos recogidos en una coleta y con sus ojos acaramelados fijos en la tarea que tenía delante, hasta que Eri entró en escena.
— Buenos días, venimos Senju Nabi. — Hizo una pausa para señalar a su compañero. — Y yo, Furukawa Eri, a entregar dos pergaminos de misión, el primero donde se nos es asignado y el segundo como símbolo de que la hemos completado sin problemas. — Explicó mientras entregaba ambos pergaminos a la recepcionista.
— Gracias chicos, dentro de poco recibiréis la recompensa, ¡gracias por cumplir con vuestra labor!— La joven recepcionista tomó ambos pergaminos a la par que hablaba con alegría, luego los archivó junto otros pergaminos donde había una gran D marcada y volvió a su tarea. — Que paséis una buena tarde.
— Muchas gracias, igualmente. — Hizo una ligera reverencia y se dirigió hacia la puerta esperando a que Nabi la siguiese para poder despedirse de buena manera. — Bueno, Nabi-kun, he de irme, ha sido un placer hacer otra misión contigo. — Alegó con una amplia sonrisa.
Pasó el pequeño puente y se volvió a girar.
— ¡Espero que la próxima vez vuelva a hacer equipo contigo!
Y se alejó mientras tarareaba una vieja canción.
— No exageres, tu fuiste mejor líder que yo cuando hicimos la misión con Riko. — Dijo ella mientras movía la mano restándole importancia al asunto. — Además, no aspiro a ser Uzukage, con ser una buena ninja me basta, Nabi-kun, ¿tu querrías ser Kage?
Era una pregunta inocente, algo para mantener una conversación hasta llegar al edificio de la Uzukage y entregar los dos pergaminos, así, tras un par de calles y unos minutos, ambos se encontraban bajo el amparo de las puertas abiertas del gran edificio donde, por desgracia, ya no se encontraba Shiona.
«Espero que allí donde estés... Veas que seguimos haciendo lo mejor para la villa.»
Su pensamiento duró lo mismo que tardas en cruzar el marco de las puertas, y, allí, detrás del mostrador se encontraba una mujer muy joven, de cabellos rojizos recogidos en una coleta y con sus ojos acaramelados fijos en la tarea que tenía delante, hasta que Eri entró en escena.
— Buenos días, venimos Senju Nabi. — Hizo una pausa para señalar a su compañero. — Y yo, Furukawa Eri, a entregar dos pergaminos de misión, el primero donde se nos es asignado y el segundo como símbolo de que la hemos completado sin problemas. — Explicó mientras entregaba ambos pergaminos a la recepcionista.
— Gracias chicos, dentro de poco recibiréis la recompensa, ¡gracias por cumplir con vuestra labor!— La joven recepcionista tomó ambos pergaminos a la par que hablaba con alegría, luego los archivó junto otros pergaminos donde había una gran D marcada y volvió a su tarea. — Que paséis una buena tarde.
— Muchas gracias, igualmente. — Hizo una ligera reverencia y se dirigió hacia la puerta esperando a que Nabi la siguiese para poder despedirse de buena manera. — Bueno, Nabi-kun, he de irme, ha sido un placer hacer otra misión contigo. — Alegó con una amplia sonrisa.
Pasó el pequeño puente y se volvió a girar.
— ¡Espero que la próxima vez vuelva a hacer equipo contigo!
Y se alejó mientras tarareaba una vieja canción.
![[Imagen: ksQJqx9.png]](https://i.imgur.com/ksQJqx9.png)