3/06/2017, 01:07
— No exageres, tu fuiste mejor líder que yo cuando hicimos la misión con Riko. Además, no aspiro a ser Uzukage, con ser una buena ninja me basta, Nabi-kun, ¿tu querrías ser Kage?
— No creo que este hecho para ser kage, no tengo maña con la gente. En cambio tú sí que atraes la atención de la gente y sabes como hacer que se te escuche.
El camino se me hizo incluso más corto que cuando habíamos ido, contra más tiempo pasaba al lado de Eri-hime, más rápido pasaba. Eso tenía que ser un Kekkei genkai suyo o algo así.
Me quedé embelesado escuchandola y mirandola mientras hacía todo el papeleo por mi hasta que me partió el corazón con un verbo conjugado de la forma más cruel
. — Nabi-kun, he de irme.
Ella sonrió, y yo la imité, por autoreflejo más que por querer. Fuimos juntos hasta el fin del pequeño puente que pasaba por encima de la zanja que rodeaba aquel edificio de indiscutible autoridad.
— ¡Espero que la próxima vez vuelva a hacer equipo contigo!
Seguía sonriendole, como un imbecil, como un gilipollas. ¡PERO DISELO!
— ¡Hasta otra, Eri-chan!
Le solté, feliz de la vida, mientras en mi cabeza sonaban gatos siendo atropellados. Eso no, tenías que confesarte, idiota. Lo tenías a huevo. Aún no es tarde, me dije a mi mismo mientras veia la cabellera morada de la kunoichi menearse al son de sus pasos tarareando una alegre canción. Diselo, abrí mis labios, pero se cerraron al instante. Quería decirselo... pero... no podía.
La ví alejarse y fui en dirección contraria, huyendo de mi propia debilidad. ¿Qué más tenía que pasar para que me confesara? No iba a caerme del cielo una oportunidad perfecta para hacerlo... Moriría solo.
— No creo que este hecho para ser kage, no tengo maña con la gente. En cambio tú sí que atraes la atención de la gente y sabes como hacer que se te escuche.
El camino se me hizo incluso más corto que cuando habíamos ido, contra más tiempo pasaba al lado de Eri-hime, más rápido pasaba. Eso tenía que ser un Kekkei genkai suyo o algo así.
Me quedé embelesado escuchandola y mirandola mientras hacía todo el papeleo por mi hasta que me partió el corazón con un verbo conjugado de la forma más cruel
. — Nabi-kun, he de irme.
Ella sonrió, y yo la imité, por autoreflejo más que por querer. Fuimos juntos hasta el fin del pequeño puente que pasaba por encima de la zanja que rodeaba aquel edificio de indiscutible autoridad.
— ¡Espero que la próxima vez vuelva a hacer equipo contigo!
Seguía sonriendole, como un imbecil, como un gilipollas. ¡PERO DISELO!
— ¡Hasta otra, Eri-chan!
Le solté, feliz de la vida, mientras en mi cabeza sonaban gatos siendo atropellados. Eso no, tenías que confesarte, idiota. Lo tenías a huevo. Aún no es tarde, me dije a mi mismo mientras veia la cabellera morada de la kunoichi menearse al son de sus pasos tarareando una alegre canción. Diselo, abrí mis labios, pero se cerraron al instante. Quería decirselo... pero... no podía.
La ví alejarse y fui en dirección contraria, huyendo de mi propia debilidad. ¿Qué más tenía que pasar para que me confesara? No iba a caerme del cielo una oportunidad perfecta para hacerlo... Moriría solo.
—Nabi—
![[Imagen: 23uv4XH.gif]](https://i.imgur.com/23uv4XH.gif)