3/06/2017, 04:19
—Claro —fue la única respuesta que prefirió otorgarle al chico.
Claramente no se lo había tragado y no lo haría ni ebria. «¿Cuántos me conocen en toda Uzushio? Por favor, si me la pasé encerrada en la mansión durante toda mi vida y para colmo nunca me llamaban por el nombre » Pensaba justo cuando su espalda tocó la pared que estaba a un lado de la ventana.
Casi como una señal divina, unos fuertes golpes se pudieron escuchar fuera, como si alguien estuviese llamando a la puerta… De junto…
—¿Koko? ¡Soy yo, Hideo! —afirmó una voz bastante grave proveniente de un hombre.
Aquella fue la señal perfecta para que la rubia dejase todo lo que tenía entre brazos en el piso y saltase por la ventana pero a diferencia de Datsue, ella sí aprovechó su chakra para mantenerse pegada al muro y así colarse a su propio departamento por la ventana que hasta ahora no se había acordado de que se la había olvidado abierta.
—¡Voy! —exclamó una vez en el interior para evitar que el jounin se alarmase.
«Cierra la jodida ventana y olvídate de esos dos... »pensaba tras atravesar la ventana.
Claramente no se lo había tragado y no lo haría ni ebria. «¿Cuántos me conocen en toda Uzushio? Por favor, si me la pasé encerrada en la mansión durante toda mi vida y para colmo nunca me llamaban por el nombre » Pensaba justo cuando su espalda tocó la pared que estaba a un lado de la ventana.
Casi como una señal divina, unos fuertes golpes se pudieron escuchar fuera, como si alguien estuviese llamando a la puerta… De junto…
—¿Koko? ¡Soy yo, Hideo! —afirmó una voz bastante grave proveniente de un hombre.
Aquella fue la señal perfecta para que la rubia dejase todo lo que tenía entre brazos en el piso y saltase por la ventana pero a diferencia de Datsue, ella sí aprovechó su chakra para mantenerse pegada al muro y así colarse a su propio departamento por la ventana que hasta ahora no se había acordado de que se la había olvidado abierta.
—¡Voy! —exclamó una vez en el interior para evitar que el jounin se alarmase.
«Cierra la jodida ventana y olvídate de esos dos... »pensaba tras atravesar la ventana.