-¡¡¡Qué!!! ¿Ya es tan tarde?- exclamo un peliazabache levantándose de un salto de cama y corriendo de un lado a otro mientras preparaba rápidamente una mochila de viaje-¡Ahh! como puede ser, todos los días me levanto antes de la salida del sol, y justo hoy tuve que quedarme dormido- la carta recibida el día anterior pareció hacer un gran revuelo en su cabeza, ya que se quedó toda la noche despierto debido a los nervios, aunque nadie podría haberlo culpado, después de todo, había sido seleccionado para participar en el torneo de los dojos, donde solo los mejores genin de cada aldea participaban.
- ¿Qué?¿Tu?¿Seleccionado entre los mejores?- la incrédula mirada de su hermana pequeña lo escudriñaba mientras recitaba las preguntas.
- ¿No me crees? mira…- expreso el joven ninja, enseñando orgullosamente la carta sellada por la mismísima Uzukage, a la incrédula niña que no podía creer lo que leía.
- No puede ser, deben haberse equivocado y haberte puesto en lugar de un verdadero ninja con futuro- cada una de las palabras de Sakura se incrustaban en lo profundo del corazón de Ashito<< como puede ser que mi hermana de 8 años no me respete ni siquiera como ninja>> pensaba mientras un pequeño tic se apoderaba de su ojo.
- NO, ahí dice Kurusu Ashito, deberías tenerme más respeto y estar orgullosa de tu hermano- pronuncio a la vez que le daba unas pequeñas palmadas en el hombro a su hermana.
- No, definitivamente se equivocaron, como alguien como tú puede representarnos, estoy segura de que no pasaras ni la primera ronda- esas palabras sí que lo deprimieron, ¿hasta tal punto desconfiaba de su capacidad?
-Ahh…- suspiro rendido, al parecer nunca lograría impresionarla con sus logros- Al menos ve a verme ¿sí?- concluyo la conversación mientras empezaba a girar lentamente.
- ¿Estás loco? Si voy terminaría apoyando a tu rival para no quedar avergonzada- estaba claro que todas esas palabras de desaliento solo eran una broma, ella siempre lo había hecho, y esperaba que su hermano fuera lo suficientemente listo como para haberlo entendido hace mucho tiempo, aunque la cabeza de Ashito no estaba apta para interpretar las bromas de su hermana.
Ahí se encontraba, corriendo hacia la puerta de entrada con una gran mochila rebotando sobre su espalda, se había encargado de guardar todo lo que creyó que le haría falta para el viaje hacia el valle de los dojos, si encontraba a alguien en la puerta no dudaría en ofrecerse como compañía, ya que él desconocía el camino hacia el lugar del torneo, pero al parecer, la suerte no lo acompañaba ese día, al llegar a la puerta de entrada, se encontró solo con los porteros que vigilaban la misma, quienes le informaron que habían partido ya muchos genin.
-¡¡¡Ahh!!! Voy a volverme loco, cuantas veces he gritado hoy, no puedo haber empezado peor el día- sus manos agarraban sus crecidos cabellos estirándolos hacia afuera, eso en conjunto con sus gritos y su rostro desvelado, no le daban una apariencia muy confiable por lo que hasta los mismos guardias se alejaron un paso hacia atrás, no por miedo, sino porque no parecía muy sano mentalmente- Muchas gracias- expreso dirigiéndose a los porteros, mientras comenzaba su partida a un ritmo bastante rápido, ya que tendría que alcanzar a alguien para poder llegar a su destino.
Unos pocos kilómetros más tarde bajo la velocidad de su carrera debido a que ya estaba comenzando a cansarse, por más que corría y corría, no lograba vislumbrar a nadie, ni siquiera una silueta en el horizonte, y así como su resistencia, su esperanza de llegar la valle de los dojos estaba comenzando a agotarse, aunque solo unos minutos más tarde, una pequeña ilusión empezó a encenderse, aunque su ritmo había descendido, era más veloz que el ritmo con el que normalmente uno viajaría, por lo que en su rango de visión, a lo lejos, logro distinguir la forma de una persona, rápidamente acelero nuevamente, rogando que sea alguien con su mismo destino.
Unas horas antes…
- ¿Qué?¿Tu?¿Seleccionado entre los mejores?- la incrédula mirada de su hermana pequeña lo escudriñaba mientras recitaba las preguntas.
- ¿No me crees? mira…- expreso el joven ninja, enseñando orgullosamente la carta sellada por la mismísima Uzukage, a la incrédula niña que no podía creer lo que leía.
- No puede ser, deben haberse equivocado y haberte puesto en lugar de un verdadero ninja con futuro- cada una de las palabras de Sakura se incrustaban en lo profundo del corazón de Ashito<< como puede ser que mi hermana de 8 años no me respete ni siquiera como ninja>> pensaba mientras un pequeño tic se apoderaba de su ojo.
- NO, ahí dice Kurusu Ashito, deberías tenerme más respeto y estar orgullosa de tu hermano- pronuncio a la vez que le daba unas pequeñas palmadas en el hombro a su hermana.
- No, definitivamente se equivocaron, como alguien como tú puede representarnos, estoy segura de que no pasaras ni la primera ronda- esas palabras sí que lo deprimieron, ¿hasta tal punto desconfiaba de su capacidad?
-Ahh…- suspiro rendido, al parecer nunca lograría impresionarla con sus logros- Al menos ve a verme ¿sí?- concluyo la conversación mientras empezaba a girar lentamente.
- ¿Estás loco? Si voy terminaría apoyando a tu rival para no quedar avergonzada- estaba claro que todas esas palabras de desaliento solo eran una broma, ella siempre lo había hecho, y esperaba que su hermano fuera lo suficientemente listo como para haberlo entendido hace mucho tiempo, aunque la cabeza de Ashito no estaba apta para interpretar las bromas de su hermana.
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Ahí se encontraba, corriendo hacia la puerta de entrada con una gran mochila rebotando sobre su espalda, se había encargado de guardar todo lo que creyó que le haría falta para el viaje hacia el valle de los dojos, si encontraba a alguien en la puerta no dudaría en ofrecerse como compañía, ya que él desconocía el camino hacia el lugar del torneo, pero al parecer, la suerte no lo acompañaba ese día, al llegar a la puerta de entrada, se encontró solo con los porteros que vigilaban la misma, quienes le informaron que habían partido ya muchos genin.
-¡¡¡Ahh!!! Voy a volverme loco, cuantas veces he gritado hoy, no puedo haber empezado peor el día- sus manos agarraban sus crecidos cabellos estirándolos hacia afuera, eso en conjunto con sus gritos y su rostro desvelado, no le daban una apariencia muy confiable por lo que hasta los mismos guardias se alejaron un paso hacia atrás, no por miedo, sino porque no parecía muy sano mentalmente- Muchas gracias- expreso dirigiéndose a los porteros, mientras comenzaba su partida a un ritmo bastante rápido, ya que tendría que alcanzar a alguien para poder llegar a su destino.
Unos pocos kilómetros más tarde bajo la velocidad de su carrera debido a que ya estaba comenzando a cansarse, por más que corría y corría, no lograba vislumbrar a nadie, ni siquiera una silueta en el horizonte, y así como su resistencia, su esperanza de llegar la valle de los dojos estaba comenzando a agotarse, aunque solo unos minutos más tarde, una pequeña ilusión empezó a encenderse, aunque su ritmo había descendido, era más veloz que el ritmo con el que normalmente uno viajaría, por lo que en su rango de visión, a lo lejos, logro distinguir la forma de una persona, rápidamente acelero nuevamente, rogando que sea alguien con su mismo destino.

- Hablo-
<<Pienso>>