28/06/2015, 22:52
El horizonte de poco a poco iba quedando cada vez mas apagado. Los últimos rayos de sol brindaban na escasa luz, que casi se veía invadida por la propia de la iluminación que a esos momentos iba tomando el puente. La fascinación del habitante de Uzu por la iluminación no fue mucho mayor que la del Yosuki, igualmente parecía nunca antes haber visto algo así. De hecho, preguntó al visitante si sería así todos los días. Evidentemente, el rubio no tenía respuesta ante esa pregunta. Se limitó a encogerse de hombros, carente de respuesta.
Tras su presentación, su actual compañero de vistas se presentó como Juro. Extraño nombre, pero no era nadie para hablar de nombres... el suyo tampoco era de lo mas habitual. Pareció querer darle la mano para concluir aquella formal presentación, pero de pronto se quedó sin la motivación. Sus ojos se clavaron en los guantes del Yotsuki, y comentó lo que era evidente, al menos para él. Obvio que nunca antes hubiese visto unos guantes así, eran únicos de su familia.
— Bueno, la verdad es que me extrañaría que hubieses visto otros guantes de éstos por ahí... son un legado de mi clan, unos guantes poco comunes. — Contestó sin recelo. — Pero tranquilo, que no muerden ni nada... —
Intentó dar un poco de ánimos al asunto, soltando una pequeña broma mientras mostraba una clara sonrisa. Pese a que había tenido una mala experiencia con un shinobi de Uzu, no había de meterlos a todos en el mismo saco. No era capaz de semejante cosa.
Entre tanto, el gentío comenzaba de poco a poco a retirarse. Pese a que estaba bien iluminado el puente, no dejaba de transcurrir las horas... y el día había llegado hacía poco a su fin. No era de extrañar que la gente se fuese a cenar, a dormir, o a cualquier otra cosa bajo el refugio de sus lechos. Sin embargo, el genin de Kusa aún se quedaría por un ratejo mas ahí. Quizás, con algo de suerte, con una agradable compañía. Ese tal Juro no parecía un chico molesto... al menos no por ahora.
Tras su presentación, su actual compañero de vistas se presentó como Juro. Extraño nombre, pero no era nadie para hablar de nombres... el suyo tampoco era de lo mas habitual. Pareció querer darle la mano para concluir aquella formal presentación, pero de pronto se quedó sin la motivación. Sus ojos se clavaron en los guantes del Yotsuki, y comentó lo que era evidente, al menos para él. Obvio que nunca antes hubiese visto unos guantes así, eran únicos de su familia.
— Bueno, la verdad es que me extrañaría que hubieses visto otros guantes de éstos por ahí... son un legado de mi clan, unos guantes poco comunes. — Contestó sin recelo. — Pero tranquilo, que no muerden ni nada... —
Intentó dar un poco de ánimos al asunto, soltando una pequeña broma mientras mostraba una clara sonrisa. Pese a que había tenido una mala experiencia con un shinobi de Uzu, no había de meterlos a todos en el mismo saco. No era capaz de semejante cosa.
Entre tanto, el gentío comenzaba de poco a poco a retirarse. Pese a que estaba bien iluminado el puente, no dejaba de transcurrir las horas... y el día había llegado hacía poco a su fin. No era de extrañar que la gente se fuese a cenar, a dormir, o a cualquier otra cosa bajo el refugio de sus lechos. Sin embargo, el genin de Kusa aún se quedaría por un ratejo mas ahí. Quizás, con algo de suerte, con una agradable compañía. Ese tal Juro no parecía un chico molesto... al menos no por ahora.