5/06/2017, 02:14
Su estadía en la academia le consumía gran parte de su tiempo, estudiar, entrenar y hacer los quehaceres del hogar lo agotaban demasiado. Es por esto que una vez que se graduó decidió recorrer el mundo, conocer nuevos lugares, especialmente algún bosque o lugar con abundante vegetación. Llevando consigo una buena cantidad de dinero junto con un par de cosas útiles comenzó su aventura.
Por recomendación de un anciano decidió visitar el bosque del país del fuego, le comentó que era un lugar hermoso, se caracterizaba por tener muchos árboles y diversas fuentes de agua, la flora y fauna era digna de admirar. Es por este motivo que al Hyuga le interesó visitarlo.
Acompañado de un mapa siguió un sendero que lo llevo hasta una posada ubicada en Tanzaku Gai, era una vivienda que tenía varias habitaciones, el precio era accesible así que no dudo en quedarse algunos días allí. Producto de varios días de larga caminata, se acostó en la cama y durmió durante casi un día completo.
Al día siguiente, se levantó temprano, comió algo liviano y se dirigió hacia el bosque, acompañado de algunas armas y el mapa, no conocía el lugar así que no podía arriesgar a perderse. El clima estaba espectacular para conocer los alrededores, con un leve trote observaba el paisaje, era todo como lo habían descrito, sin duda era un lugar que visitaría con frecuencia.
De esta forma pasaron algunas horas, tuvo que detener su caminata porque en frente se encontraba un rio, no era muy profundo ni tampoco su corriente era peligrosa pero aprovecho este obstáculo para refrescarse, lavo sus manos y cara, para posteriormente sacar de su bolsillo una bola de arroz, cuando estaba comiendo vio que a unos pocos metros se encontraba una chica rubia colgada de un árbol haciendo flexiones abdominales.
- ¡Disculpa que te interrumpa, me impresionó la forma en que entrenas… ¿Qué tal si entrenamos juntos?! - El muchacho de cabellos negros le gritaba a la chica para que está lo oyera, mientras caminaba en dirección al árbol donde se encontraba entrenando, con el fin de quedar debajo de ella.
Por recomendación de un anciano decidió visitar el bosque del país del fuego, le comentó que era un lugar hermoso, se caracterizaba por tener muchos árboles y diversas fuentes de agua, la flora y fauna era digna de admirar. Es por este motivo que al Hyuga le interesó visitarlo.
Acompañado de un mapa siguió un sendero que lo llevo hasta una posada ubicada en Tanzaku Gai, era una vivienda que tenía varias habitaciones, el precio era accesible así que no dudo en quedarse algunos días allí. Producto de varios días de larga caminata, se acostó en la cama y durmió durante casi un día completo.
Al día siguiente, se levantó temprano, comió algo liviano y se dirigió hacia el bosque, acompañado de algunas armas y el mapa, no conocía el lugar así que no podía arriesgar a perderse. El clima estaba espectacular para conocer los alrededores, con un leve trote observaba el paisaje, era todo como lo habían descrito, sin duda era un lugar que visitaría con frecuencia.
De esta forma pasaron algunas horas, tuvo que detener su caminata porque en frente se encontraba un rio, no era muy profundo ni tampoco su corriente era peligrosa pero aprovecho este obstáculo para refrescarse, lavo sus manos y cara, para posteriormente sacar de su bolsillo una bola de arroz, cuando estaba comiendo vio que a unos pocos metros se encontraba una chica rubia colgada de un árbol haciendo flexiones abdominales.
- ¡Disculpa que te interrumpa, me impresionó la forma en que entrenas… ¿Qué tal si entrenamos juntos?! - El muchacho de cabellos negros le gritaba a la chica para que está lo oyera, mientras caminaba en dirección al árbol donde se encontraba entrenando, con el fin de quedar debajo de ella.