6/06/2017, 23:56
Cobaya, interesante término para la que habían usado justamente de eso para experimentar con un extraño sistema de conductos que si vamos al caso surtió efecto para bien, aunque en el caso de ella solo le venía bien para su lava y poco menos, seguramente con algún otro elemento de ninjutsu vendrían también muy bien como el agua, viento o tal vez fuego. Pero que va, ¿la tierra? Eso estaba jodido.
Pero por encima de todo, a ella al menos, a Ritsuko, le importaba un comino que la menospreciaran a nivel kunoichi, pero también era cierto que tenía un buen argumento para contradecir a la de Amegakure a la hora de decir aquello.
—Me da igual, en serio, no soy la gran cosa pero así como me lo cuentas mis compatriotas podrían hacerse la idea que tú misma mencionaste respecto a tu gente y al final, en caso que te atrapen, terminarían por usarte de cobaya igual solo que sería gente de Kusa y no de Ame —fue la respuesta que le brindó la de kusa a aquella mujer que parecía demasiado confiada a la hora de hacer semejantes confesiones.
No era que realmente le importase a Ritsuko, pero aquellas confesiones parecían más dignas de ser escuchadas por la mejor amiga del alma de aquella mujer y no por la primera fulana que se topó en el día, además que ella en particular no sentía ningún tipo de cariño por la contraria así que menos motivos tenía para preocuparse o hacerle algún tipo de terapia.
—Qué se yo, ya hubo unos renegados de Amegakure que me usaron de cobaya y así quedé —comentó mostrándole una válvula en la palma de su diestra—. No es que no sepa lo que se siente pero que va, usualmente te tienen drogada todo el rato y a duras penas te acuerdas cómo te llamas —agregó ya volviendo a acomodar su mano bajo el agua y de paso restándole importancia a todo.
Poco le importaba lo que pensaran, si total, las válvulas no era que estuviesen ocultas precisamente, menos para alguien como Aiko que la había visto desnuda.
Pero por encima de todo, a ella al menos, a Ritsuko, le importaba un comino que la menospreciaran a nivel kunoichi, pero también era cierto que tenía un buen argumento para contradecir a la de Amegakure a la hora de decir aquello.
—Me da igual, en serio, no soy la gran cosa pero así como me lo cuentas mis compatriotas podrían hacerse la idea que tú misma mencionaste respecto a tu gente y al final, en caso que te atrapen, terminarían por usarte de cobaya igual solo que sería gente de Kusa y no de Ame —fue la respuesta que le brindó la de kusa a aquella mujer que parecía demasiado confiada a la hora de hacer semejantes confesiones.
No era que realmente le importase a Ritsuko, pero aquellas confesiones parecían más dignas de ser escuchadas por la mejor amiga del alma de aquella mujer y no por la primera fulana que se topó en el día, además que ella en particular no sentía ningún tipo de cariño por la contraria así que menos motivos tenía para preocuparse o hacerle algún tipo de terapia.
—Qué se yo, ya hubo unos renegados de Amegakure que me usaron de cobaya y así quedé —comentó mostrándole una válvula en la palma de su diestra—. No es que no sepa lo que se siente pero que va, usualmente te tienen drogada todo el rato y a duras penas te acuerdas cómo te llamas —agregó ya volviendo a acomodar su mano bajo el agua y de paso restándole importancia a todo.
Poco le importaba lo que pensaran, si total, las válvulas no era que estuviesen ocultas precisamente, menos para alguien como Aiko que la había visto desnuda.