8/06/2017, 21:20
— Así que la prueba iba de juego en equipo — terminó deduciendo Juro — ¿Que teníais que hacer? ¿Y cómo es que la lió? Si además teníais a la mejor en vuestro equipo, ¿no? Eso debería haberos dado ventaja.
Negué con la cabeza lentamente ante la ingenuidad del pobre Juro, estaba claro que no entendía nada de nada. Le miré a los ojos antes de empezar a hablar para asegurarme de que me viera negar lentamente con la cabeza.
— Juro, algún día en esta vida entenderas una verdad tan grande, que eclipsará el resto de verdades que sepas hasta la fecha. Un tonto tiene mucho más poder que los tres kages juntos. Porque un tonto puede liarla tanto, pero tanto tanto, que pierdas una guerra que estaba practicamente ganada. Atento, porque te voy a contar como un tonto perdió una batalla, pero una princesa ganó la guerra.
Me puse en posición, apoyando mis codos en las rodillas y encarando lo máximo posible a Juro, entonces le di un buen repaso al helado para poder hablar un rato largo antes de volver a darle mi atención.
— Con los equipos formados, nos explicaron el primer juego. Era el juego de la cuerda, no sé si has jugado nunca. Basicamente cada equipo tira de un lado de la cuerda y ésta tiene una cosa en el medio. Cuando consigues traer la cuerda hacia tu lado lo suficiente, ganas. Lo que más cuenta en este juego es el agarre que consigas, si el suelo es tierra el equipo con menos fuerza poco a poco se ira arrastrando hacia el lado del otro equipo.
Bien, pues como nos permitían usar técnicas mientras no infligieramos daño alguno a nadie, saqué mi bomba sonora para joder vivos a los otros tres. Obviamente lo conseguí, pero por infortunios de la vida no pude seguir tirando de la cuerda ya que me lesioné el brazo. Teníamos al equipo contrario justo donde quería y Eri-hime tiraba con fuerza y determinación. Como puedes ver ya por este punto de la historia, lo teníamos hecho, si Riko se hubiera quedado quietecito tirando de la cuerda. ¡Pero no! Cogió, con sus dos huevacos, y usó una técnica de Suiton para pegar al otro equipo al suelo y, de paso, a la cuerda. Es decir, cuando solo nos quedaba tirar para ganar, pegó la cuerda al suelo, paralizando toda la ofensiva.
Estaba exasperado, solo de recordarlo me dan ganas de gritarle y zarandearle hasta que vacie su estomago en sus propios pies y entonces obligarle a chuparse los pies y que vuelva a vomitar en los pies de Shiona-sama.
— Así que la lección es cuando seas Riko, deja que tu equipo haga el trabajo de verdad y dedicate a fregar los platos.
Volví a darle mi atención al helado mientras esperaba la replica de Juro a mi primera prueba.
Negué con la cabeza lentamente ante la ingenuidad del pobre Juro, estaba claro que no entendía nada de nada. Le miré a los ojos antes de empezar a hablar para asegurarme de que me viera negar lentamente con la cabeza.
— Juro, algún día en esta vida entenderas una verdad tan grande, que eclipsará el resto de verdades que sepas hasta la fecha. Un tonto tiene mucho más poder que los tres kages juntos. Porque un tonto puede liarla tanto, pero tanto tanto, que pierdas una guerra que estaba practicamente ganada. Atento, porque te voy a contar como un tonto perdió una batalla, pero una princesa ganó la guerra.
Me puse en posición, apoyando mis codos en las rodillas y encarando lo máximo posible a Juro, entonces le di un buen repaso al helado para poder hablar un rato largo antes de volver a darle mi atención.
— Con los equipos formados, nos explicaron el primer juego. Era el juego de la cuerda, no sé si has jugado nunca. Basicamente cada equipo tira de un lado de la cuerda y ésta tiene una cosa en el medio. Cuando consigues traer la cuerda hacia tu lado lo suficiente, ganas. Lo que más cuenta en este juego es el agarre que consigas, si el suelo es tierra el equipo con menos fuerza poco a poco se ira arrastrando hacia el lado del otro equipo.
Bien, pues como nos permitían usar técnicas mientras no infligieramos daño alguno a nadie, saqué mi bomba sonora para joder vivos a los otros tres. Obviamente lo conseguí, pero por infortunios de la vida no pude seguir tirando de la cuerda ya que me lesioné el brazo. Teníamos al equipo contrario justo donde quería y Eri-hime tiraba con fuerza y determinación. Como puedes ver ya por este punto de la historia, lo teníamos hecho, si Riko se hubiera quedado quietecito tirando de la cuerda. ¡Pero no! Cogió, con sus dos huevacos, y usó una técnica de Suiton para pegar al otro equipo al suelo y, de paso, a la cuerda. Es decir, cuando solo nos quedaba tirar para ganar, pegó la cuerda al suelo, paralizando toda la ofensiva.
Estaba exasperado, solo de recordarlo me dan ganas de gritarle y zarandearle hasta que vacie su estomago en sus propios pies y entonces obligarle a chuparse los pies y que vuelva a vomitar en los pies de Shiona-sama.
— Así que la lección es cuando seas Riko, deja que tu equipo haga el trabajo de verdad y dedicate a fregar los platos.
Volví a darle mi atención al helado mientras esperaba la replica de Juro a mi primera prueba.
—Nabi—