8/06/2017, 21:50
(Última modificación: 8/06/2017, 21:51 por Inuzuka Nabi.)
— Es fascinante como puedes decir esas cosas sin ruborizarte ni tartamudear, como si fuese algo tan natural...
— Para eso tengo una explicación muy sencilla, desde que te conocí he querido decirte multitud de cosas, no te dije ninguna porque era vergonzoso y no quería incomodarte. Por eso me he callado de todo, ahora tengo todas y cada una de las palabras que me guardé queriendo salir. Ahora que me has correspondido, puedo decirte lo que pienso sin pensar. Es más un alivio que una incomodidad.
De paso tambien me estaba liando a soltarle cada discursito que ni yo me creía que hablara tanto y de forma tan liosa, cuando nunca me había gustado hablar de más. No podía frenarme al hablar con ella, me sacaba todas y cada una de las palabras aunque yo quisiera hacerlo más sencillo y conciso.
Creo que desde que te conozco he admirado tu comportamiento, y aunque a veces me molesta o me saca de mis casillas... Creo que eres una persona genial, Nabi-kun...
— No soy nada impresionante, solo hago lo que creo que debo hacer, muchas veces eso me trae problemas a mi y a quien está cerca mio. En cambio tú eres capaz de unir y alegrar a la gente, cerca tuyo todo el mundo es más feliz. Todas tus sonrisas y tu actitud alegre dieron color a mis dias grises.
Sentí como se acurrucaba y bostezaba y no pude evitar sonreir ante lo adorable que era.
— Venga, durmamos un poco y por la mañana te hare un desayuno de campeonato.
Le dije mientras la abrazaba y le acariciaba el pelo.
— Para eso tengo una explicación muy sencilla, desde que te conocí he querido decirte multitud de cosas, no te dije ninguna porque era vergonzoso y no quería incomodarte. Por eso me he callado de todo, ahora tengo todas y cada una de las palabras que me guardé queriendo salir. Ahora que me has correspondido, puedo decirte lo que pienso sin pensar. Es más un alivio que una incomodidad.
De paso tambien me estaba liando a soltarle cada discursito que ni yo me creía que hablara tanto y de forma tan liosa, cuando nunca me había gustado hablar de más. No podía frenarme al hablar con ella, me sacaba todas y cada una de las palabras aunque yo quisiera hacerlo más sencillo y conciso.
Creo que desde que te conozco he admirado tu comportamiento, y aunque a veces me molesta o me saca de mis casillas... Creo que eres una persona genial, Nabi-kun...
— No soy nada impresionante, solo hago lo que creo que debo hacer, muchas veces eso me trae problemas a mi y a quien está cerca mio. En cambio tú eres capaz de unir y alegrar a la gente, cerca tuyo todo el mundo es más feliz. Todas tus sonrisas y tu actitud alegre dieron color a mis dias grises.
Sentí como se acurrucaba y bostezaba y no pude evitar sonreir ante lo adorable que era.
— Venga, durmamos un poco y por la mañana te hare un desayuno de campeonato.
Le dije mientras la abrazaba y le acariciaba el pelo.
—Nabi—