12/06/2017, 21:33
—No soy muy bueno, pero eso no significa que te dejaré ganar fácilmente —aseguro Keisuke, luego de haber escogido el tenis de mesa.
—Te tomare la palabra y esperare que seas un desafío —respondió Kōtetsu, quien se sentía confiado de su coordinación.
El juego comenzó sin mucha más ceremonia, primero lentamente, y luego fue aumentando la velocidad. La pelotita saltaba de un lado a otro de la mesa, produciendo una curiosa melodía con el golpetear rítmico de las raquetas. Pese a lo dicho por ambos jóvenes, el que subestima y el subestimado, el encuentro estaba mucho más parejo de lo que ambos creían posible: El de blanca cabellera se movía con mayor soltura, necesitando menos y esfuerzo para sus agiles golpes y exhibiendo una puntería prodigiosa. Mientras, el pelirrojo se mantenía en un fuerte estado de concentración, observando con atención y planeando en antelación a los movimientos de su rival.
“Es más hábil de lo que esperaba”, pensó mientras sonreía, sintiendo como afloraba su lado competitivo.
De pronto, el muchacho de ojos melíferos bajo el ritmo de juego solo para hablarle.
—Por cierto, te quería preguntar algo… —menciono, un tanto dudoso.
—Adelante, pregunta —respondió con total calma.
—Escuchaste la historia cuando veníamos al hotel, ¿no?
—¿Te refieres a las que nos contaron en el trineo? Si, la escuche de principio a fin.
—¿Qué piensas al respecto?
—Me parece que fue un relato fantástico —admitió, pues le encantaban ese tipo de historias—. Claro, normalmente uno pensaría que solo es un cuanto folclórico… Pero lo cierto es que me da curiosidad el saber que tan relacionado esta con la verdadera historia de este lugar.
“Después de todo, no importa que tan increíble sea una legenda, siempre hay algo de verdad en ella”
El joven de Uzushio comenzó a aumentar de nuevo el ritmo de juego, y al corresponderle el muchacho de Amegakure, ambos iniciarían un espectáculo deportivo capaz de llamar la atención de los otros huéspedes. La gente de los alrededores dejo lo que estaba haciendo y comenzaron a rodearles, emocionados por la combativa exhibición de destreza e inteligencia. El círculo se iba tornando más grande a medida que las personas se congregaban, elegían un bando y a quien le iban a apostar.
—Me estoy divirtiendo bastante, pero ¿Qué te parece si nos lo tomamos enserio y lo hacemos más interesante? —sugirió, sabiendo que ninguno había mostrado lo mejor de sus habilidades, aun—. Podemos apostar algo como… como el postre de la cena de hoy ¿Qué te parece? Imagina que termine siendo un enorme y delicioso helado.
El desafío había sido arrojado por el Hakagurē, solo esperaba ver si Keisuke recogería el guante y aceptaría.
—Te tomare la palabra y esperare que seas un desafío —respondió Kōtetsu, quien se sentía confiado de su coordinación.
El juego comenzó sin mucha más ceremonia, primero lentamente, y luego fue aumentando la velocidad. La pelotita saltaba de un lado a otro de la mesa, produciendo una curiosa melodía con el golpetear rítmico de las raquetas. Pese a lo dicho por ambos jóvenes, el que subestima y el subestimado, el encuentro estaba mucho más parejo de lo que ambos creían posible: El de blanca cabellera se movía con mayor soltura, necesitando menos y esfuerzo para sus agiles golpes y exhibiendo una puntería prodigiosa. Mientras, el pelirrojo se mantenía en un fuerte estado de concentración, observando con atención y planeando en antelación a los movimientos de su rival.
“Es más hábil de lo que esperaba”, pensó mientras sonreía, sintiendo como afloraba su lado competitivo.
De pronto, el muchacho de ojos melíferos bajo el ritmo de juego solo para hablarle.
—Por cierto, te quería preguntar algo… —menciono, un tanto dudoso.
—Adelante, pregunta —respondió con total calma.
—Escuchaste la historia cuando veníamos al hotel, ¿no?
—¿Te refieres a las que nos contaron en el trineo? Si, la escuche de principio a fin.
—¿Qué piensas al respecto?
—Me parece que fue un relato fantástico —admitió, pues le encantaban ese tipo de historias—. Claro, normalmente uno pensaría que solo es un cuanto folclórico… Pero lo cierto es que me da curiosidad el saber que tan relacionado esta con la verdadera historia de este lugar.
“Después de todo, no importa que tan increíble sea una legenda, siempre hay algo de verdad en ella”
El joven de Uzushio comenzó a aumentar de nuevo el ritmo de juego, y al corresponderle el muchacho de Amegakure, ambos iniciarían un espectáculo deportivo capaz de llamar la atención de los otros huéspedes. La gente de los alrededores dejo lo que estaba haciendo y comenzaron a rodearles, emocionados por la combativa exhibición de destreza e inteligencia. El círculo se iba tornando más grande a medida que las personas se congregaban, elegían un bando y a quien le iban a apostar.
—Me estoy divirtiendo bastante, pero ¿Qué te parece si nos lo tomamos enserio y lo hacemos más interesante? —sugirió, sabiendo que ninguno había mostrado lo mejor de sus habilidades, aun—. Podemos apostar algo como… como el postre de la cena de hoy ¿Qué te parece? Imagina que termine siendo un enorme y delicioso helado.
El desafío había sido arrojado por el Hakagurē, solo esperaba ver si Keisuke recogería el guante y aceptaría.
![[Imagen: aab687219fe81b12d60db220de0dd17c.gif]](https://i.pinimg.com/originals/aa/b6/87/aab687219fe81b12d60db220de0dd17c.gif)