13/06/2017, 19:47
Cambiando de tema, la pelirroja mayor buscó simplemente derivar poco a poco, como una madera que es llevada por la corriente del río. Ritsuko contestó algo seca, afirmando que no podía lamentarse de algo que no recordaba. Dura y a la vez rara respuesta, ya que si te dan por el ano mientras estás inconsciente, el hecho no cambia por la simple tontería de que no lo recuerdes, te han dado por el culo igual.
«Diablos... si le llevo la contraria, de nuevo discutirá...»
La chica, puso nuevamente un ejemplo para que la mayor reflexionase su punto de vista, aunque nuevamente sonaba ridículo. Por mas vueltas que le pudiese dar al asunto, era absurdo no contradecirla. ¿Qué hacer? Tragó saliva, y se dejó sumergir un poco, hasta que el agua llegó a su mentón. Casi cubría su boca, pero no llegó a tanto, necesitaba darle quizás una respuesta, o algo...
—Entiendo. —contestó, sin saber qué mas decir para no llevarle la contraria.
Sus ojos se elevaron con una mirada perdida al cielo. Dejó caer un suspiro, y terminó por cerrar los ojos, relajándose al fin. Por unos segundos, si es que no era interrumpida, disfrutaría del baño, cosa que no había hecho del todo hasta el momento. Crujió el cuello hacia un lado, y luego hacia el otro, para acaba apoyando la cabeza en el borde de la terma.
—¿Odias a la gente de Amegakure por haber sido marcada de porvida por esos locos? —se atrevió a preguntar, sin pelos en la lengua. —No te lo tomes a mal, es solo una pregunta... responde solo si quieres... no seré yo quien te juzgue. Es solo curiosidad.
«Diablos... si le llevo la contraria, de nuevo discutirá...»
La chica, puso nuevamente un ejemplo para que la mayor reflexionase su punto de vista, aunque nuevamente sonaba ridículo. Por mas vueltas que le pudiese dar al asunto, era absurdo no contradecirla. ¿Qué hacer? Tragó saliva, y se dejó sumergir un poco, hasta que el agua llegó a su mentón. Casi cubría su boca, pero no llegó a tanto, necesitaba darle quizás una respuesta, o algo...
—Entiendo. —contestó, sin saber qué mas decir para no llevarle la contraria.
Sus ojos se elevaron con una mirada perdida al cielo. Dejó caer un suspiro, y terminó por cerrar los ojos, relajándose al fin. Por unos segundos, si es que no era interrumpida, disfrutaría del baño, cosa que no había hecho del todo hasta el momento. Crujió el cuello hacia un lado, y luego hacia el otro, para acaba apoyando la cabeza en el borde de la terma.
—¿Odias a la gente de Amegakure por haber sido marcada de porvida por esos locos? —se atrevió a preguntar, sin pelos en la lengua. —No te lo tomes a mal, es solo una pregunta... responde solo si quieres... no seré yo quien te juzgue. Es solo curiosidad.