14/06/2017, 20:34
Juro soltó una carcajada cuando Izumi hizo su comentario sobre Yota, no pudo evitar lanzarle una mirada con los ojos entrecerrados y los mofletes hinchados en señal de disconformidad — Tiene tanta confianza que te hace que sea imposible dudar, me gustaría ser algún día como ella. Eso sí sobrevivimos a otro entrenamiento—
— Si..., parece que le gusta matar de un infarto a sus pupilos. Otro punto a favor de ella.
—No sé que decirte... supongo que mientras no nos mate estará bien— añadió mientras se abanicaba con su mano derecha, el calor cada vez era más y más pegajoso
Tras señalar a su compañero que el bosque comenzaba a acabar, esté pareció comenzar a irse un poco por las ramas
— Vale, parece que ya llegamos — Juro parecía estar buscándole los tres pies al gato —. Espero que no molestemos a nadie ni que estén rezando ni nada de eso. Espera. ¿Vamos a tener que rezar o algo así si entramos?
—No lo sé, de hecho ni siquiera se por qué estoy aquí— respondió la chica con sinceridad mientras se rascaba la cabeza
— No se rezar en budista ... —
—¿Esos no eran los del "ommmmm"?— simulo el sonido de los monjes meditando —¿O esos eran los otros?—
"Las únicas veces que voy al templo es en año nuevo y algún que otra fiesta más acompañando a la abuela, así que no sé muy bien como funciona un templo" reflexionó para sí la pelinaranja
—Bueno, tan poco importa mucho— sentenció la joven —A unas malas, ya nos lo explicaran—
Mientras ambos jóvenes discutían sobre que se hacía o como se debía de rezar, siguieron avanzando poco a poco hasta llegar al arco Tori que daba paso a la plaza central frente a la que se situaba la pagoda que acogía el templo principal. En mitad de la plaza, se erigía una fuente típica con un pozo donde los viajeros debían purificarse antes de pasar al templo. A la derecha una zona de huertos y a la izquierda las dependencias de los monjes
— Si..., parece que le gusta matar de un infarto a sus pupilos. Otro punto a favor de ella.
—No sé que decirte... supongo que mientras no nos mate estará bien— añadió mientras se abanicaba con su mano derecha, el calor cada vez era más y más pegajoso
Tras señalar a su compañero que el bosque comenzaba a acabar, esté pareció comenzar a irse un poco por las ramas
— Vale, parece que ya llegamos — Juro parecía estar buscándole los tres pies al gato —. Espero que no molestemos a nadie ni que estén rezando ni nada de eso. Espera. ¿Vamos a tener que rezar o algo así si entramos?
—No lo sé, de hecho ni siquiera se por qué estoy aquí— respondió la chica con sinceridad mientras se rascaba la cabeza
— No se rezar en budista ... —
—¿Esos no eran los del "ommmmm"?— simulo el sonido de los monjes meditando —¿O esos eran los otros?—
"Las únicas veces que voy al templo es en año nuevo y algún que otra fiesta más acompañando a la abuela, así que no sé muy bien como funciona un templo" reflexionó para sí la pelinaranja
—Bueno, tan poco importa mucho— sentenció la joven —A unas malas, ya nos lo explicaran—
Mientras ambos jóvenes discutían sobre que se hacía o como se debía de rezar, siguieron avanzando poco a poco hasta llegar al arco Tori que daba paso a la plaza central frente a la que se situaba la pagoda que acogía el templo principal. En mitad de la plaza, se erigía una fuente típica con un pozo donde los viajeros debían purificarse antes de pasar al templo. A la derecha una zona de huertos y a la izquierda las dependencias de los monjes