16/06/2017, 18:45
El grandote sin dudas daba miedo a la pobre Ritsuko, pero por suerte para ella el puñetazo que le iba a la mandíbula logró esquivarlo tras caerse de culo con algo de ayuda de los grilletes que todavía estaban en sus piernas. Podría tomarse las molestias de quitárselos con más lava pero justo el larguirucho hizo acto de presencia y se abalanzó sobre ella con un cuchillo.
~¡Injusto! ¡Tres contra uno! ~pensaba la kunoichi aunque tomaba a Gonken como dos en uno.
De todas formas, al más delgado creía poder cargárselo lanzándole todos los shurikens que tenía en su portaobjetos, apuntando uno específicamente a la cara. Ya si Gonken no la interrumpía se pondría a elaborar los sellos necesarios para soltar algo más de lava y fundiría la cadena que le mantenía los pies atados.
Luego tendría que darse a la fuga seguramente, estaba gastando demasiado chakra y le pasaría factura si no descansaba aunque sea un poco.
~¡Injusto! ¡Tres contra uno! ~pensaba la kunoichi aunque tomaba a Gonken como dos en uno.
De todas formas, al más delgado creía poder cargárselo lanzándole todos los shurikens que tenía en su portaobjetos, apuntando uno específicamente a la cara. Ya si Gonken no la interrumpía se pondría a elaborar los sellos necesarios para soltar algo más de lava y fundiría la cadena que le mantenía los pies atados.
Luego tendría que darse a la fuga seguramente, estaba gastando demasiado chakra y le pasaría factura si no descansaba aunque sea un poco.