17/06/2017, 21:17
Se dio cuenta demasiado tarde de que el moreno había sido detenido, cuando quiso reaccionar, pudo ver que la intensa interrogación a la que sometían a Kotetsu, era mucho más ruda que la de él, incluso habían llegado a mostrarse amenazantes con el muchacho, Ashito se dio cuenta en ese momento de la razón por la que el moreno se sentía inseguro antes de acercarse a la entrada de la ciudad, y fue ahí que pudo ver su error, nunca se le habría pasado por la cabeza que le rechazarían la entrada a alguien solo por su vestimenta.
<< Demonios, es mi culpa que esto suceda, si tan solo hubiéramos hecho las cosas a su manera>> pensó algo apenado por la situación en la que había puesto al Hakagurē, si bien, no era algo demasiado grave, y podría solucionarse hablando, no podía evitar el sentirse deprimido, sus decisiones siempre eran las equivocadas.
Cuando se dispuso a girar y dirigirse hacia su compatriota buscando ayudarlo, así poder ingresar en la ciudad y de una vez por todas continuar su viaje, fue interrumpido siendo sujetado por el hombro antes de poder girarse.
— Oye, muchacho, que estas mirando, te hice una pregunta— Exclamo algo molesto el guardia, al ver que el muchacho se distrajo sin darle el porqué de su presencia en Tanzaku.
— Oh, disculpe— exclamo el peliazabache al escuchar a quien lo interrogaba— Como decía, nos perdimos de camino al Valle de los Dojos, así que cuando nos encontramos con la ciudad, decidimos abastecernos para poder continuar, la verdad es que ni siquiera estaba en nuestros planes estar aquí— respondió rápidamente tras la disculpa, antes de que pudiera siquiera intentar ayudar al moreno, uno de los guardias que estaba detrás de él, llego seguido de Kotetsu, en su mano traía una bandana de Uzushio la cual suponía que pertenecía a su acompañante.
— ¡Oye, Seidai! Dime que este niño que tienes aquí no es un ninja. Además, tú que sabes de estas cosas, ¿cierto que esta cosa ninja es falsa?— pregunto el guardia casi asegurando que lo que creía era lo correcto.
Por detrás, el Hakagurē saludo al Kurusu con su característica serenidad, ¿Cómo podía estar tan tranquilo todo el tiempo?, estaban dudando de su moralidad y procedencia, incluso mostrándole la insignia de Uzushiogakure, que tendría que hacer para que lo dejaran entrar, estos tipos serían capaces de dudar incluso si les enseñaban la carta firmada por la mismísima Uzukage.
—¡Hey, Ashito-san! Parece que si tendré algunos problemas para ingresar —
— Kotetsu-san, lo siento mucho— soltó de repente cuando estuvieron frente a frente inclinando su torso un poco— Por mi culpa ahora estamos en esta situación, parece que tenías razón— exclamo observando como ahora ambos guardias revisaban el protector de Kotetsu mientras de vez en cuando miraban en su dirección examinándolos detenidamente.
— Mmm, parece que es real, o es una muy buena imitación— susurro junto a su compañero, mientras con los dedos palpaba el tallado del metal— Habría que preguntarle al otro chico, parece que vienen juntos— justo después de pronunciar esas palabras, se dirigió nuevamente hacia el peliazabache— Oye, niño ¿tú eres un ninja?
La pregunta tomo por sorpresa al Kurusu, puso su protector en su cinturón para que pudieran identificarlo rápidamente, aun así, parece que varias personas lo pasaban por alto, aunque quizá yo la habrían visto si no estuviera viendo en dirección al moreno— Si, lo soy— respondió mientras con el pulgar señalaba orgulloso su bandana en su cinturón.
— Ya veo, ¿esa bandana es real?— pregunto haciendo una leve señalización con la cabeza.
—¿Eh? Qué clase de pregunta es esa, claro que es real— respondió con algo de indignación el joven, ¿ahora tampoco le creerían a él?, esta ciudad era demasiado desconfiada.
—Necesito verificar si lo que dices es cierto, por lo tanto, debo examinar también tu protector— expreso mientras estiraba su mano esperando recibir lo que pidió.
Un gran suspiro salió de la boca del Kurusu cuando comenzó a desenganchar la bandana de su cinturón<< Porque demonios son tan desconfiados, tenemos prisa >> pensó al entregar lo pedido por el guardia.
Luego de un par de minutos examinando ambas bandas, el guardia se acercó devolviendo sus pertenencias a ambos ninjas, incluida la mochila de Ashito, quien la recibió ya bastante impaciente.
— Parece que lo que dicen es cierto, pueden entrar, son 50 ryos cada uno— no lo dedujeron por las bandanas, ya que falsificar unos protectores no era una tarea muy difícil, sino que tuvieron que creer en las palabras del peliazabache después de que el hombre encargado de revisar su mochila les enseñara una carta firmada por la nueva Uzukage.
<< Demonios, es mi culpa que esto suceda, si tan solo hubiéramos hecho las cosas a su manera>> pensó algo apenado por la situación en la que había puesto al Hakagurē, si bien, no era algo demasiado grave, y podría solucionarse hablando, no podía evitar el sentirse deprimido, sus decisiones siempre eran las equivocadas.
Cuando se dispuso a girar y dirigirse hacia su compatriota buscando ayudarlo, así poder ingresar en la ciudad y de una vez por todas continuar su viaje, fue interrumpido siendo sujetado por el hombro antes de poder girarse.
— Oye, muchacho, que estas mirando, te hice una pregunta— Exclamo algo molesto el guardia, al ver que el muchacho se distrajo sin darle el porqué de su presencia en Tanzaku.
— Oh, disculpe— exclamo el peliazabache al escuchar a quien lo interrogaba— Como decía, nos perdimos de camino al Valle de los Dojos, así que cuando nos encontramos con la ciudad, decidimos abastecernos para poder continuar, la verdad es que ni siquiera estaba en nuestros planes estar aquí— respondió rápidamente tras la disculpa, antes de que pudiera siquiera intentar ayudar al moreno, uno de los guardias que estaba detrás de él, llego seguido de Kotetsu, en su mano traía una bandana de Uzushio la cual suponía que pertenecía a su acompañante.
— ¡Oye, Seidai! Dime que este niño que tienes aquí no es un ninja. Además, tú que sabes de estas cosas, ¿cierto que esta cosa ninja es falsa?— pregunto el guardia casi asegurando que lo que creía era lo correcto.
Por detrás, el Hakagurē saludo al Kurusu con su característica serenidad, ¿Cómo podía estar tan tranquilo todo el tiempo?, estaban dudando de su moralidad y procedencia, incluso mostrándole la insignia de Uzushiogakure, que tendría que hacer para que lo dejaran entrar, estos tipos serían capaces de dudar incluso si les enseñaban la carta firmada por la mismísima Uzukage.
—¡Hey, Ashito-san! Parece que si tendré algunos problemas para ingresar —
— Kotetsu-san, lo siento mucho— soltó de repente cuando estuvieron frente a frente inclinando su torso un poco— Por mi culpa ahora estamos en esta situación, parece que tenías razón— exclamo observando como ahora ambos guardias revisaban el protector de Kotetsu mientras de vez en cuando miraban en su dirección examinándolos detenidamente.
— Mmm, parece que es real, o es una muy buena imitación— susurro junto a su compañero, mientras con los dedos palpaba el tallado del metal— Habría que preguntarle al otro chico, parece que vienen juntos— justo después de pronunciar esas palabras, se dirigió nuevamente hacia el peliazabache— Oye, niño ¿tú eres un ninja?
La pregunta tomo por sorpresa al Kurusu, puso su protector en su cinturón para que pudieran identificarlo rápidamente, aun así, parece que varias personas lo pasaban por alto, aunque quizá yo la habrían visto si no estuviera viendo en dirección al moreno— Si, lo soy— respondió mientras con el pulgar señalaba orgulloso su bandana en su cinturón.
— Ya veo, ¿esa bandana es real?— pregunto haciendo una leve señalización con la cabeza.
—¿Eh? Qué clase de pregunta es esa, claro que es real— respondió con algo de indignación el joven, ¿ahora tampoco le creerían a él?, esta ciudad era demasiado desconfiada.
—Necesito verificar si lo que dices es cierto, por lo tanto, debo examinar también tu protector— expreso mientras estiraba su mano esperando recibir lo que pidió.
Un gran suspiro salió de la boca del Kurusu cuando comenzó a desenganchar la bandana de su cinturón<< Porque demonios son tan desconfiados, tenemos prisa >> pensó al entregar lo pedido por el guardia.
Luego de un par de minutos examinando ambas bandas, el guardia se acercó devolviendo sus pertenencias a ambos ninjas, incluida la mochila de Ashito, quien la recibió ya bastante impaciente.
— Parece que lo que dicen es cierto, pueden entrar, son 50 ryos cada uno— no lo dedujeron por las bandanas, ya que falsificar unos protectores no era una tarea muy difícil, sino que tuvieron que creer en las palabras del peliazabache después de que el hombre encargado de revisar su mochila les enseñara una carta firmada por la nueva Uzukage.
- Hablo-
<<Pienso>>