18/06/2017, 15:18
Ayudarla a sostener sus piernas y mantenerla fijas no era a lo que se refería el de blanca cabellera, pero supuso que aquello estaba bien para comenzar.
—Está bien…, aquí voy —dijo, mientras se colocaba sobre los pies de la muchacha.
En cuanto ella comenzó con aquella serie de abdominales, el puso atención a la fuerza ejercida por el cuerpo que trataba de sostener. Con aquello sintió la necesidad de pedirle que entrenaran su habilidad de combate, pero temía ser demasiado extraño o entrometido al proponer algo como eso, sobre todo tratándose de una chica, cuya reacción es mucho más difícil de predecir.
—Por cierto —llamo su atención, mientras subía y bajaba—, mi nombre es Hakagurē Kōtetsu, ¿y el tuyo cual es?
Por el momento, decidió dedicarse a romper el hielo y a saber un poco más sobre ella, pues aunque eran compatriotas jamás la había visto en la villa. Claro, el pertenecer a la misma aldea no garantizaba que hubiese la confianza suficiente como para proponer una práctica seria, pero él no permitiría que aquello le robase las ganas de intentarlo.
—Está bien…, aquí voy —dijo, mientras se colocaba sobre los pies de la muchacha.
En cuanto ella comenzó con aquella serie de abdominales, el puso atención a la fuerza ejercida por el cuerpo que trataba de sostener. Con aquello sintió la necesidad de pedirle que entrenaran su habilidad de combate, pero temía ser demasiado extraño o entrometido al proponer algo como eso, sobre todo tratándose de una chica, cuya reacción es mucho más difícil de predecir.
—Por cierto —llamo su atención, mientras subía y bajaba—, mi nombre es Hakagurē Kōtetsu, ¿y el tuyo cual es?
Por el momento, decidió dedicarse a romper el hielo y a saber un poco más sobre ella, pues aunque eran compatriotas jamás la había visto en la villa. Claro, el pertenecer a la misma aldea no garantizaba que hubiese la confianza suficiente como para proponer una práctica seria, pero él no permitiría que aquello le robase las ganas de intentarlo.