22/06/2017, 23:23
(Última modificación: 29/07/2017, 02:23 por Amedama Daruu.)
—E... ¿Eh...? Q... ¿Qué...? ¡AH! —Ayame se reincorporó. Daruu apartó la mirada, sonrojado, y poco a poco, como si lo que ahora le diera vergüenza fuera levantarse, lo hizo también, con esfuerzo. Le dolía el pecho. Tosió un poco más de agua y se apartó el cabello mojado de la frente—. La verdad... yo tampoco lo entiendo muy bien... Cuando caímos sonó la voz de alguien, supongo que a través de unos altavoces o algo así. Hablaba de unos juegos del laberinto... que debíamos encontrar alguna de las salidas antes de que... bueno, de que nos hicieran papilla. Después de eso comenzó a bajar el techo. Había dos salidas en la sala en la que nos encontrábamos así que... tomé una al azar... No sé si habré acertado... lo siento...
A medida que Ayame explicaba lo que había pasado, Daruu levantaba cada vez más las cejas, incrédulo.
—¿Entonces, estamos en el patio de recreo de un puto loco sádico? —exclamó Daruu. Se llevó una mano a la frente—. Y eso que veníamos a arreglar una avería en unas tuberías. Si tan sólo hubiera venido Kori-sensei con nosotros...
Echó un vistazo alrededor. Se encontraban en un pasillo curvo, iluminado por la titilante luz de una serie de velas colgadas en las paredes. Las pareces eran tuberías.
—Bueno, tuberías hay, la verdad. Pero estás están en un estado correcto. Demasiado para mi gusto.
El pasadizo se extendía a la izquierda y a la derecha. Antes de que la curvatura de las paredes se perdiera de vista había otras dos salidas.
—Y ahora... ¿hacia dónde debemos ir?
—Los laberintos son muy fáciles de resolver si tienes unos ojos que ven a través de las paredes. Verás —dijo Daruu, animado—. ¡Byakugan!
Daruu activó el Dojutsu de su clan y echó un vistazo a sus alrededores buscando la salida.
A medida que Ayame explicaba lo que había pasado, Daruu levantaba cada vez más las cejas, incrédulo.
—¿Entonces, estamos en el patio de recreo de un puto loco sádico? —exclamó Daruu. Se llevó una mano a la frente—. Y eso que veníamos a arreglar una avería en unas tuberías. Si tan sólo hubiera venido Kori-sensei con nosotros...
Echó un vistazo alrededor. Se encontraban en un pasillo curvo, iluminado por la titilante luz de una serie de velas colgadas en las paredes. Las pareces eran tuberías.
—Bueno, tuberías hay, la verdad. Pero estás están en un estado correcto. Demasiado para mi gusto.
El pasadizo se extendía a la izquierda y a la derecha. Antes de que la curvatura de las paredes se perdiera de vista había otras dos salidas.
—Y ahora... ¿hacia dónde debemos ir?
—Los laberintos son muy fáciles de resolver si tienes unos ojos que ven a través de las paredes. Verás —dijo Daruu, animado—. ¡Byakugan!
Daruu activó el Dojutsu de su clan y echó un vistazo a sus alrededores buscando la salida.