2/07/2017, 03:16
¿Quién lo diría? De ser empleada doméstica a participar de un torneo shinobi, un cambio drástico que Koko nunca se hubiese imaginado posible, pero allí estaba, encerrada en una habitación desde la que no se escuchaba absolutamente nada como si estuviese aislada de todo el resto del mundo. «¿Pero no había otros genin con más experiencia que yo? »Se preguntaba la rubia tratando de controlar sus nervios. No era que no quisiera participar, pero sí que le llamaba la atención que la enviasen a ella en lugar de a otros tantos, incluso Noemi podría haber ofrecido un mejor espectáculo de no ser por aquel incidente.
—Venga, para algo te llamaron —se dijo antes de darse unos golpes en las mejillas con ambas manos.
Fue entonces cuando cierto personaje la llamó, básicamente le dio a entender que debía de dirigirse al lugar donde se llevaría a cabo el encuentro y nada más. Parecían bastante precavidos, si hasta se habían tomado mil molestias para asegurarse de que ninguno de los participantes hablase ni supiese dónde se encontraba cada uno, era extraño pero por lo menos habían resultado eficaces.
Tras hacer un chequeo rápido de su inventario, la rubia partió en la dirección donde se le indicó, directo al ring de madera en el que tendría que pelear aunque para su sorpresa, este estaba construido de madera y no era como las demás plataformas que abundaban en todo el valle. «¿No es un tanto peligroso para los que usan el fuego? »Pensó la kunoichi mientras avanzaba caminando hasta la plataforma donde le tocaría pelear.
Puede que estuviese algo nerviosa, pero eso no le impidió dar un vistazo rápido a las gradas que estaban repletas, mucha gente había llegado y entre todo, en una zona que parecía reservada se hallaban los kages de las tres aldeas shinobis, al menos Gouna allí estaba. «Espero no se arrepienta de haberme escogido »pensó la pecosa que seguía siendo incapaz de librarse de los nervios.
Solo restaba que llegase el que sería su contrincante para que todo empiece.
—Venga, para algo te llamaron —se dijo antes de darse unos golpes en las mejillas con ambas manos.
Fue entonces cuando cierto personaje la llamó, básicamente le dio a entender que debía de dirigirse al lugar donde se llevaría a cabo el encuentro y nada más. Parecían bastante precavidos, si hasta se habían tomado mil molestias para asegurarse de que ninguno de los participantes hablase ni supiese dónde se encontraba cada uno, era extraño pero por lo menos habían resultado eficaces.
Tras hacer un chequeo rápido de su inventario, la rubia partió en la dirección donde se le indicó, directo al ring de madera en el que tendría que pelear aunque para su sorpresa, este estaba construido de madera y no era como las demás plataformas que abundaban en todo el valle. «¿No es un tanto peligroso para los que usan el fuego? »Pensó la kunoichi mientras avanzaba caminando hasta la plataforma donde le tocaría pelear.
Puede que estuviese algo nerviosa, pero eso no le impidió dar un vistazo rápido a las gradas que estaban repletas, mucha gente había llegado y entre todo, en una zona que parecía reservada se hallaban los kages de las tres aldeas shinobis, al menos Gouna allí estaba. «Espero no se arrepienta de haberme escogido »pensó la pecosa que seguía siendo incapaz de librarse de los nervios.
Solo restaba que llegase el que sería su contrincante para que todo empiece.