4/07/2017, 22:03
Izumi se encontraba sentada frente a la puerta, sus dos armas reposaban junto a ella apoyadas contra el banco. En aquel preciso momento, terminaba de envolver el bajo de la pierna derecha de su hakama azul marino con una cinta blanca. Mientras rodeaba su pierna con aquel vendaje, su mente no paraba de darle vueltas a las palabras que su abuela le había dedicado aquella mañana.
El tono duro y autoritario de su abuela, aún resonaba en su cabeza "No puedo fallarles..." dio un fuerte tirón para terminar el vendaje con un buen nudo "No puedo fallarme... es una gran oportunidad para que Morikage-sama se fije en mí" se ajustó la tabi derecha y después la izquierda con cuidado.
¡Clank!
La puerta comenzó abrirse lentamente, Izumi apoyó ambas manos sobre sus rodillas antes de levantarse con bastante fluidez. Una vez de pie, se ajustó bien su keikogi, también de color azul marino oscuro. Tras esto, estiro con fuerza ambos guantes de cuero marrón, dejaban sus dedos al descubierto y llegaban hasta la mitad del ante brazo. Terminada la revisión de su vestimenta, procedió a recoger sus armas.
Primero cogió la katana, la cual cruzó en su cintura de manera horizontal en su espalda, después hizo lo propio con su kodachi.
"Lista" la puerta acababa de abrirse de par en par y la joven procedió a cruzarla sin dudar ni un instante. Recorrió el largo pasillo que desembocaba en el terreno de combate. No pudo evitar buscar con la mirada el palco de autoridades mientras avanzaba a paso lento pero seguro "Ahí está..." sus ojos no tardaron ni un solo instante en encontrar a Kenzou-sama "Te está mirando Izumi... recuérdalo" apartó la vista para dirigirla al frente en el momento en que empezaba a subir los peldaños que daban acceso a la plataforma circular de combate.
Una vez caminaba ya orgullosa sobre la plataforma de combate, hizo sus cabellos volar con ayuda de su mano derecha. En un claro gesto de confianza que fue seguido por algunos vitores, lo que hizo que no pudiera evitar sonreír
Ser shinobi es obedecer, nunca lo olvides Izumi. Por eso, aunque no estemos de acuerdo con este Torneo, estás aquí. Estoy segura de que Morikage-sama cree que esto es lo mejor para la Aldea en este momento, ten eso en cuenta cuando pongas los pies sobre el terreno de combate. El hombre más importante de Kusagakure, aquel que tanto admiras te ha elegido para que le representes... para que luches por él. Así que no dudes ni un instante, demuéstrale que no se equivoca. Demuéstrale que puede seguir confiando en nuestra familia como en el pasado
El tono duro y autoritario de su abuela, aún resonaba en su cabeza "No puedo fallarles..." dio un fuerte tirón para terminar el vendaje con un buen nudo "No puedo fallarme... es una gran oportunidad para que Morikage-sama se fije en mí" se ajustó la tabi derecha y después la izquierda con cuidado.
¡Clank!
La puerta comenzó abrirse lentamente, Izumi apoyó ambas manos sobre sus rodillas antes de levantarse con bastante fluidez. Una vez de pie, se ajustó bien su keikogi, también de color azul marino oscuro. Tras esto, estiro con fuerza ambos guantes de cuero marrón, dejaban sus dedos al descubierto y llegaban hasta la mitad del ante brazo. Terminada la revisión de su vestimenta, procedió a recoger sus armas.
Primero cogió la katana, la cual cruzó en su cintura de manera horizontal en su espalda, después hizo lo propio con su kodachi.
"Lista" la puerta acababa de abrirse de par en par y la joven procedió a cruzarla sin dudar ni un instante. Recorrió el largo pasillo que desembocaba en el terreno de combate. No pudo evitar buscar con la mirada el palco de autoridades mientras avanzaba a paso lento pero seguro "Ahí está..." sus ojos no tardaron ni un solo instante en encontrar a Kenzou-sama "Te está mirando Izumi... recuérdalo" apartó la vista para dirigirla al frente en el momento en que empezaba a subir los peldaños que daban acceso a la plataforma circular de combate.
Una vez caminaba ya orgullosa sobre la plataforma de combate, hizo sus cabellos volar con ayuda de su mano derecha. En un claro gesto de confianza que fue seguido por algunos vitores, lo que hizo que no pudiera evitar sonreír
Izumi
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AO - 0
120/120
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