4/07/2017, 16:49
Eri, aún de brazos cruzados y con la mirada fija en el chico; había relajado la mirada y el ceño ya no se encontraba fruncido en su cara, sin embargo no le simpatizaba la razón que había llevado al hijo de Yamamoto a acabar con vidas inocentes, y más que otra cosa era lástima lo que le hacía sentir a la joven.
Un sueño era un sueño, y a veces la gente hacía locuras por conseguirlo.
—Mira... Sabes que hay cientos de shinobi y kunoichi, si no más, ¿Verdad? ¿Cómo tenías pensado parar a esa cantidad de gente?
— Supongo que cada vez que diera con uno le tendería alguna trampa, se me dan bien crearlas y llevarlas a cabo. — Explicó él encogiéndose de hombros, no muy convencido de lo primero pero sí de lo último.
—¿No crees que tal vez sería más fácil que te conviertas en shinobi? No sé, ¿Intentaste hablarlo con tu padre? Seguramente querrá lo mejor para su hijo, ¿verdad, Eri?
Antes de que la joven pudiese contestar, el chico habló de nuevo.
— [Color=MediumTurquoise]¿Y dejarle aquí solo? La agricultura ha sido toda su vida desde que tengo uso de razón, aunque es lo más acertado, no sé, yo...
— Si tanto quieres convertirte en uno, vuelve a Kusagakure, conviértete en uno y sé feliz, tu padre lo comprenderá, además... No es como si no volvieses a verle más, podrás venir aquí si él no quiere acompañarte... — Habló Eri ya con voz más calmada. — Si es tu sueño persíguelo, pero no acabes con los sueños de otros porque tu no cumpliste el tuyo.
Era lo más maduro que había dicho probablemente en años, luego miró a Karamaru de reojo por si no había metido la pata.
— Supongo que... Tenéis razón, siento haber intentado mataros... Aunque quizá no os valga una simple disculpa... Lo siento.
Bajó la mirada, ahora sí parecía apenado.
Un sueño era un sueño, y a veces la gente hacía locuras por conseguirlo.
—Mira... Sabes que hay cientos de shinobi y kunoichi, si no más, ¿Verdad? ¿Cómo tenías pensado parar a esa cantidad de gente?
— Supongo que cada vez que diera con uno le tendería alguna trampa, se me dan bien crearlas y llevarlas a cabo. — Explicó él encogiéndose de hombros, no muy convencido de lo primero pero sí de lo último.
—¿No crees que tal vez sería más fácil que te conviertas en shinobi? No sé, ¿Intentaste hablarlo con tu padre? Seguramente querrá lo mejor para su hijo, ¿verdad, Eri?
Antes de que la joven pudiese contestar, el chico habló de nuevo.
— [Color=MediumTurquoise]¿Y dejarle aquí solo? La agricultura ha sido toda su vida desde que tengo uso de razón, aunque es lo más acertado, no sé, yo...
— Si tanto quieres convertirte en uno, vuelve a Kusagakure, conviértete en uno y sé feliz, tu padre lo comprenderá, además... No es como si no volvieses a verle más, podrás venir aquí si él no quiere acompañarte... — Habló Eri ya con voz más calmada. — Si es tu sueño persíguelo, pero no acabes con los sueños de otros porque tu no cumpliste el tuyo.
Era lo más maduro que había dicho probablemente en años, luego miró a Karamaru de reojo por si no había metido la pata.
— Supongo que... Tenéis razón, siento haber intentado mataros... Aunque quizá no os valga una simple disculpa... Lo siento.
Bajó la mirada, ahora sí parecía apenado.