5/07/2017, 15:46
El teatro de marionetas estaba contando la historia de una princesa que quería ser guerrera y cómo no todos la apoyaban en aquello pero, sin saber el final, estaba convencido de que lo lograría, al fin y al cabo, la mayoría de cuentos e historias para los niños eran de ese estilo, y, por supuesto, la historia tenía grandes momentos de comedia, que les sacaban la risa a pequeños y mayores.
El peliblanco estaba centrado en la obra pero, de vez en cuando, un ruido lo molestaba, y, curioso, decidió voltear, tratando de averiguar de dónde procedía ese sonido, y rápidamente lo identificó. Era un muchacho, que le resultaba extrañamente familiar, estaba seguro de que le había visto antes, y que se encontraba tomando un granizado y cada vez que le daba un sorbo a la pajita, hacía ruido.
El peliblanco hizo un gesto tratando de llamar su atención, una vez lo consiguiera, le invitaría a sentarse a su lado con la mano derecha, mientras con la izquierda sujetaba su helado, al que cada vez le quedaba menos.
— ¿Tú y yo nos hemos visto antes, verdad? — Preguntó curioso una vez el joven se hubiera situado a su lado, sin dejar de mirar la obra de marionetas, en la que la princesa le acababa de atizar un porrazo a uno de los malos, levantando los vítores de los presentes.
El peliblanco estaba centrado en la obra pero, de vez en cuando, un ruido lo molestaba, y, curioso, decidió voltear, tratando de averiguar de dónde procedía ese sonido, y rápidamente lo identificó. Era un muchacho, que le resultaba extrañamente familiar, estaba seguro de que le había visto antes, y que se encontraba tomando un granizado y cada vez que le daba un sorbo a la pajita, hacía ruido.
El peliblanco hizo un gesto tratando de llamar su atención, una vez lo consiguiera, le invitaría a sentarse a su lado con la mano derecha, mientras con la izquierda sujetaba su helado, al que cada vez le quedaba menos.
— ¿Tú y yo nos hemos visto antes, verdad? — Preguntó curioso una vez el joven se hubiera situado a su lado, sin dejar de mirar la obra de marionetas, en la que la princesa le acababa de atizar un porrazo a uno de los malos, levantando los vítores de los presentes.
~ Narro ~ Hablo ~ «Pienso»