8/07/2017, 16:06
Después de una larga espera, el día de inicio del torneo de los dojos finalmente llegó y todos los Genin fueron convocados en los alrededores del estadio. En cuanto Daigo recibió el aviso no pudo evitar ponerse nervioso, quizá demasiado nervioso, pero no podía evitarlo ni atrasar el tiempo para tener un par de días más de preparación. El día de inicio del torneo de los dojos finalmente llegó y Daigo sabía que no podía huír de esta, él sabía que ya había llegado el momento de luchar.
El peliverde miró a su alrededor sin saber bien lo que buscaba. Pudo ver a varios Genin, alguno de ellos conocido, pero no se acercó a charlar con ninguno ya que se les había dado la orden de no hablar entre ellos. Al menos no hasta que cada uno de ellos fue escoltado a una de las salas de espera completamente insonorizadas y aisladas del resto del resto del mundo. Cada una de las salas de espera tenía espacio suficiente y un banco solitario en el qué sentarse.
Pero el asiento se quedó ahí, sin nadie que lo utilizase, pues el boxeador estaba demasiado nervioso como para simplemente sentarse y descansar. El peliverde empezó por caminar de un lado a otro sin saber con certeza qué debía de hacer, luego se apretó su hitai-ate en su hombro derecho y acabó por hacer boxeo de sombra para calentar.
Luego de un tiempo, la puerta se abrió sin previo aviso frente a los ojos de Daigo y dejó pasar una luz cegadora que lo desorientó durante unos instantes. En cuanto comprendió que era su turno para combatir dio un par de palmadas a sus mejillas y se tomó un instante para concentrarse y salir tímidamente.
Sus ojos tardaron unos momentos en acostumbrarse a la luz del sol una vez salió de la sala de espera. A su alrededor podía escuchar al público reclamando a los combatientes, reclamándolo a él.
El peliverde caminó con miedo durante la interminable primera mitad del camino hacia su posición. Tenía que hacer un verdadero esfuerzo para mantaner su mirada en el chico que estaba frente a él y no buscar a sus padres con la mirada, eso solo lo pondría más nervioso.
En cuanto reconoció a su rival cerró los ojos unos instantes y apretó los puños a medida que en su interior la presencia del público se hacía más pequeña con cada paso, hasta que en todo el recinto solo quedaron él y Daruu.
En cuanto llegó a su posición miró a Daruu directamente a los ojos, con determinación, y sin mediar palabra realizó el sello de confrontación. Durante este combate serían rivales.
El peliverde miró a su alrededor sin saber bien lo que buscaba. Pudo ver a varios Genin, alguno de ellos conocido, pero no se acercó a charlar con ninguno ya que se les había dado la orden de no hablar entre ellos. Al menos no hasta que cada uno de ellos fue escoltado a una de las salas de espera completamente insonorizadas y aisladas del resto del resto del mundo. Cada una de las salas de espera tenía espacio suficiente y un banco solitario en el qué sentarse.
Pero el asiento se quedó ahí, sin nadie que lo utilizase, pues el boxeador estaba demasiado nervioso como para simplemente sentarse y descansar. El peliverde empezó por caminar de un lado a otro sin saber con certeza qué debía de hacer, luego se apretó su hitai-ate en su hombro derecho y acabó por hacer boxeo de sombra para calentar.
Luego de un tiempo, la puerta se abrió sin previo aviso frente a los ojos de Daigo y dejó pasar una luz cegadora que lo desorientó durante unos instantes. En cuanto comprendió que era su turno para combatir dio un par de palmadas a sus mejillas y se tomó un instante para concentrarse y salir tímidamente.
Sus ojos tardaron unos momentos en acostumbrarse a la luz del sol una vez salió de la sala de espera. A su alrededor podía escuchar al público reclamando a los combatientes, reclamándolo a él.
El peliverde caminó con miedo durante la interminable primera mitad del camino hacia su posición. Tenía que hacer un verdadero esfuerzo para mantaner su mirada en el chico que estaba frente a él y no buscar a sus padres con la mirada, eso solo lo pondría más nervioso.
En cuanto reconoció a su rival cerró los ojos unos instantes y apretó los puños a medida que en su interior la presencia del público se hacía más pequeña con cada paso, hasta que en todo el recinto solo quedaron él y Daruu.
En cuanto llegó a su posición miró a Daruu directamente a los ojos, con determinación, y sin mediar palabra realizó el sello de confrontación. Durante este combate serían rivales.
![[Imagen: IMG-20210515-202948-586.png]](https://i.ibb.co/fqtcMG8/IMG-20210515-202948-586.png)
¡Muchas gracias a Nao por el sensual avatar y a Ranko por la pedazo de firma!
Team pescado.