10/07/2017, 23:24
(Última modificación: 11/07/2017, 00:24 por Tsukiyama Daigo.)
Haciendo gala de una destreza varias veces superior a la de Daigo, la chica evitó el ataque de Daigo redireccionando su puño hacia la mandíbula de Daruu, con la fuerza suficiente para enviarlo varios metros en dirección contraria.
Lo... ¡Lo siento!
El peliverde intentó forcejear para recuperar la posición y contraatacar, pero Kirin utilizó la propia inercia del movimiento del chico para lanzarlo por encima suya y propinarle un pontentísimo rodillazo en la espalda, enviándolo directo a la posición de Daruu.
El chico voló varios metros con ambas manos frente al rostro en un intento de amortiguar su caída, pero por más que lo intentase no pudo evitar que su cara se arrastrase un muy buen tramo por el suelo, pasando por donde se encontraba Daruu unos instantes antes.
—Madre mía, ¿y vosotros sois los participantes del torneo? ¿Los expertos en Taijutsu? —Desde su posición, Daigo solo podía desear que aquella mujer se callase—. No me hagáis re-
Una especie de extraño brazo de caramelo que rozó la mejilla de Kirin sin provocarle ningún daño aparente, fue cortado en un instante antes de car desparramado al suelo.
Daigo todavía se estaba reincorporando cuando su compañero se levantó y de un salto se abalanzó sobre la chica, intentando golpearla con la palma, pero ella tan solo sonrió y lo pateó lejos como si nada.
—Sois patéticos.
El chico miró a su compañero malherido, estaba asustado y todo su rostro lo delataba, entonces miró a la chica y sonrió muy nervioso. ¿Por qué había llegado a esta situación en primer lugar? Ah, sí, su orgullo lo traicionó y lo obligó a meterse en una pelea del todo innecesaria.
Pero ahora tenía un compañero herido y por el amor de Dios, por él y por sí mismo, tenía que acertarle al menos un golpe a esa mujer. No podía permitir que se burlara sin saber que él también podía dar pelea, que no era un simple personaje de relleno.
Levantó ambos puños a la altura del mentón y cargó con decisión hacia Kirin de manera mucho menos salvaje que su compañero, pero igual de impetuosa.
En cuanto llegó a distancia de golpeo el boxeador paró en seco y balanceó su cuerpo para lanzar un gancho de derecha al rostro de Kirin, entonces utilizó la inercia de su cuerpo para girar y lanzar un gancho de izquierda a su mentón y finalizar con un directo de derecha hacia su nariz.
Daruu no se lo pensó dos veces al seguir con la ofensiva. ¡Yo tampoco debo dudar!
Lo... ¡Lo siento!
El peliverde intentó forcejear para recuperar la posición y contraatacar, pero Kirin utilizó la propia inercia del movimiento del chico para lanzarlo por encima suya y propinarle un pontentísimo rodillazo en la espalda, enviándolo directo a la posición de Daruu.
El chico voló varios metros con ambas manos frente al rostro en un intento de amortiguar su caída, pero por más que lo intentase no pudo evitar que su cara se arrastrase un muy buen tramo por el suelo, pasando por donde se encontraba Daruu unos instantes antes.
—Madre mía, ¿y vosotros sois los participantes del torneo? ¿Los expertos en Taijutsu? —Desde su posición, Daigo solo podía desear que aquella mujer se callase—. No me hagáis re-
Una especie de extraño brazo de caramelo que rozó la mejilla de Kirin sin provocarle ningún daño aparente, fue cortado en un instante antes de car desparramado al suelo.
Daigo todavía se estaba reincorporando cuando su compañero se levantó y de un salto se abalanzó sobre la chica, intentando golpearla con la palma, pero ella tan solo sonrió y lo pateó lejos como si nada.
—Sois patéticos.
El chico miró a su compañero malherido, estaba asustado y todo su rostro lo delataba, entonces miró a la chica y sonrió muy nervioso. ¿Por qué había llegado a esta situación en primer lugar? Ah, sí, su orgullo lo traicionó y lo obligó a meterse en una pelea del todo innecesaria.
Pero ahora tenía un compañero herido y por el amor de Dios, por él y por sí mismo, tenía que acertarle al menos un golpe a esa mujer. No podía permitir que se burlara sin saber que él también podía dar pelea, que no era un simple personaje de relleno.
Levantó ambos puños a la altura del mentón y cargó con decisión hacia Kirin de manera mucho menos salvaje que su compañero, pero igual de impetuosa.
En cuanto llegó a distancia de golpeo el boxeador paró en seco y balanceó su cuerpo para lanzar un gancho de derecha al rostro de Kirin, entonces utilizó la inercia de su cuerpo para girar y lanzar un gancho de izquierda a su mentón y finalizar con un directo de derecha hacia su nariz.
Daruu no se lo pensó dos veces al seguir con la ofensiva. ¡Yo tampoco debo dudar!
¡Muchas gracias a Nao por el sensual avatar y a Ranko por la pedazo de firma!
Team pescado.