11/07/2017, 18:09
Era curioso. Hacia ya unos cuantos días que había abandonado mi hogar y mi madre en él. Siempre habíamos estado juntos y uno pensaba que al suceder esto, uno sentiría tristeza, quizás echar en falta lo que era habitual y por supuesto, el amor que solo una madre sabía dar. Pero para mi sorpresa, cada día que pasaba estaba más rebosante de energía y vitalidad, ¿Serían los nervios? Sí, debía haber algo de eso en aquello.
Aquella mañana no fue distinta, me sentía mejor que el día anterior. Me había vestido de la forma más cómoda posible. Mis pantalones negros a la altura de la espinilla, mi camiseta amarilla, la bandana en la frente y todos mis utensilios y armas ninja. Oí ruidos en el pasillo que daba a todas las habitaciones del hotel en el que estábamos todos los de Kusagakure, unos pasos. Salí para ver de quién se trataba y no era otro que mi camarada y compañero de equipo: Eikyu Juro. Aunque yo solía llamarle Jurete. Al igual que yo, se le veía cargado de energía y no pude evitar seguirle para ver qué iba a hacer aquel día. Aunque siempre unos cuantos pasos por detrás, que no viese que le seguía.
Llegamos a una especie de ¿Bosque? O al menos lo fue en su día ya que los troncos de los arboles habían sido cortados de forma irregular creando una especie de pilares sobre los que entrenar, simulando una zona irregular. Aquello sería muy útil para simular situaciones de combates adversas en las que el terreno también era un enemigo. Y al aprecer Juro había llegado para practicar ya que vi como sacaba su marioneta y empezaba a hacer movimientos con ella, como queriendo dominarla más de lo que ya lo hacia. La verdad es que era espectacular verle moverse, pero sobre todo ver la de cosas que era capaz de hacer tan solo conectando unos finos hilos de chakra a Gen.
— ¡Bravo, bravo! La verdad que es brutal eso que haces con Gen — exclamé mientras le aplaudía.
Aquella mañana no fue distinta, me sentía mejor que el día anterior. Me había vestido de la forma más cómoda posible. Mis pantalones negros a la altura de la espinilla, mi camiseta amarilla, la bandana en la frente y todos mis utensilios y armas ninja. Oí ruidos en el pasillo que daba a todas las habitaciones del hotel en el que estábamos todos los de Kusagakure, unos pasos. Salí para ver de quién se trataba y no era otro que mi camarada y compañero de equipo: Eikyu Juro. Aunque yo solía llamarle Jurete. Al igual que yo, se le veía cargado de energía y no pude evitar seguirle para ver qué iba a hacer aquel día. Aunque siempre unos cuantos pasos por detrás, que no viese que le seguía.
Llegamos a una especie de ¿Bosque? O al menos lo fue en su día ya que los troncos de los arboles habían sido cortados de forma irregular creando una especie de pilares sobre los que entrenar, simulando una zona irregular. Aquello sería muy útil para simular situaciones de combates adversas en las que el terreno también era un enemigo. Y al aprecer Juro había llegado para practicar ya que vi como sacaba su marioneta y empezaba a hacer movimientos con ella, como queriendo dominarla más de lo que ya lo hacia. La verdad es que era espectacular verle moverse, pero sobre todo ver la de cosas que era capaz de hacer tan solo conectando unos finos hilos de chakra a Gen.
— ¡Bravo, bravo! La verdad que es brutal eso que haces con Gen — exclamé mientras le aplaudía.
Narro ~ Hablo ~ Pienso ~ Kumopansa