12/07/2017, 07:22
Rápidamente luego de aquellas demostraciones, ambos bandidos se retiraron sin más dejando en claro que eran de los peores ladrones jamás vistos en todo Oonindo, después de todo usualmente suelen al menos darles un golpe a sus enemigos antes de echarse a correr de semejante manera y si a eso le sumamos que habían sido vencidos fácilmente por un par de genins la cosa simplemente empeoraba para ellos. Probablemente morirían de hambre si no mejoraban al menos un poco sus habilidades.
De cualquier modo, Koko se había asegurado de sacar del peligro al pequeño que lejos de dedicarle alguna palabra de agradecimiento o lo que fuese, prefirió simplemente despegarse de ella tan pronto como Rain le hizo una señal.
El chico de Uzushio se había tomado las molestias de pedir disculpas respecto de su actitud y por si fuera poco pretendía solucionarlo invitando a ambos a ese campamento suyo en el que —según lo dicho— pretendía socializar tal y como el niño había querido hacer en un principio.
A ella al menos no le hubiese desagradado la idea de haber sido propuesta anteriormente, pero ahora mismo simplemente prefirió fulminar con la mirada al contrario.
—Si prestaras atención habrías sabido que hablabas con una compatriota —le espetó señalando la bandana anudada en torno a su cuello para que le dedicase una mínima mirada.
«Ya me veo que se distrajo mirándome las tetas como los demás »pensó bastante molesta ante la idea. Muchas habían sido las veces que se distrajeron y no notaron la placa a pesar de estar tan a la vista.
—Y lo lamento mucho, pero yo no participaré en esto —agregó a sus anteriores palabras—Nos vemos por ahí —concluyó dedicándoles una leve reverencia, aunque seguía con cara de pocos amigos.
Sin esperar más nada del shinobi con el rostro cubierto, la rubia se dio media vuelta e inicio la marcha que la debería de llevar de vuelta hasta Tanzaku Gai, donde al menos podría relajarse un poco y con algo de suerte olvidarse de todo lo ocurrido allí. «Bueno, al menos Zaku no se portó como un imbécil »se dijo a sí misma en un intento por rescatar algún buen suceso en aquel día.
De cualquier modo, Koko se había asegurado de sacar del peligro al pequeño que lejos de dedicarle alguna palabra de agradecimiento o lo que fuese, prefirió simplemente despegarse de ella tan pronto como Rain le hizo una señal.
El chico de Uzushio se había tomado las molestias de pedir disculpas respecto de su actitud y por si fuera poco pretendía solucionarlo invitando a ambos a ese campamento suyo en el que —según lo dicho— pretendía socializar tal y como el niño había querido hacer en un principio.
A ella al menos no le hubiese desagradado la idea de haber sido propuesta anteriormente, pero ahora mismo simplemente prefirió fulminar con la mirada al contrario.
—Si prestaras atención habrías sabido que hablabas con una compatriota —le espetó señalando la bandana anudada en torno a su cuello para que le dedicase una mínima mirada.
«Ya me veo que se distrajo mirándome las tetas como los demás »pensó bastante molesta ante la idea. Muchas habían sido las veces que se distrajeron y no notaron la placa a pesar de estar tan a la vista.
—Y lo lamento mucho, pero yo no participaré en esto —agregó a sus anteriores palabras—Nos vemos por ahí —concluyó dedicándoles una leve reverencia, aunque seguía con cara de pocos amigos.
Sin esperar más nada del shinobi con el rostro cubierto, la rubia se dio media vuelta e inicio la marcha que la debería de llevar de vuelta hasta Tanzaku Gai, donde al menos podría relajarse un poco y con algo de suerte olvidarse de todo lo ocurrido allí. «Bueno, al menos Zaku no se portó como un imbécil »se dijo a sí misma en un intento por rescatar algún buen suceso en aquel día.