14/07/2017, 11:18
(Última modificación: 29/07/2017, 02:26 por Amedama Daruu.)
—¿S-sabes disipar Genjutsu...? Guau... —murmuraba Daruu, con los ojos cerrados y la respiración agitada.
Ayame, también jadeante, asintió brevemente.
—Al menos los más simples... mi dominio sobre el genjutsu aún es muy básico...
—A mí me da igual —la cortó, con una risilla nerviosa—. Lo único que me importa es que ya se ha acabado.
Ella volvió a asentir y, viendo que su compañero necesitaba un respiro, se permitió el lujo de sentarse junto a él. Respiraba hondo, tratando de apartar la escalofriante visión de la nada de su cabeza y calmar los alocados latidos de su corazón. Hacía mucho tiempo que no pasaba tanto miedo y aquel sitio de verdad se estaba esforzando en hacerla sufrir. ¿Cuánto más deberían seguir así? ¿Faltaría mucho para encontrar la salida?
—Debemos continuar —intervino Daruu, sacándola de aquellos funestos pensamientos—. Escucha, podría haber más ilusiones. Yo puedo verlas y tú puedes anularlas, incluso antes de que nos afecten. De modo que yo iré delante para verlas venir al girar las esquinas. No te preocupes por tus espaldas... También me las apañaré para cubrirnoslas.
Ella asintió débilmente. Pero entonces recordó algo.
—Daruu-kun, espera —dijo, tomando a su compañero de la muñeca para que no siguiera avanzando—. La voz esa dijo algo antes... que las trampas se activaban cuando tomábamos un camino incorrecto, o algo así, ¿no? Quizás si seguimos por aquí acabemos en otro pasillo sin salida...
Ayame, también jadeante, asintió brevemente.
—Al menos los más simples... mi dominio sobre el genjutsu aún es muy básico...
—A mí me da igual —la cortó, con una risilla nerviosa—. Lo único que me importa es que ya se ha acabado.
Ella volvió a asentir y, viendo que su compañero necesitaba un respiro, se permitió el lujo de sentarse junto a él. Respiraba hondo, tratando de apartar la escalofriante visión de la nada de su cabeza y calmar los alocados latidos de su corazón. Hacía mucho tiempo que no pasaba tanto miedo y aquel sitio de verdad se estaba esforzando en hacerla sufrir. ¿Cuánto más deberían seguir así? ¿Faltaría mucho para encontrar la salida?
—Debemos continuar —intervino Daruu, sacándola de aquellos funestos pensamientos—. Escucha, podría haber más ilusiones. Yo puedo verlas y tú puedes anularlas, incluso antes de que nos afecten. De modo que yo iré delante para verlas venir al girar las esquinas. No te preocupes por tus espaldas... También me las apañaré para cubrirnoslas.
Ella asintió débilmente. Pero entonces recordó algo.
—Daruu-kun, espera —dijo, tomando a su compañero de la muñeca para que no siguiera avanzando—. La voz esa dijo algo antes... que las trampas se activaban cuando tomábamos un camino incorrecto, o algo así, ¿no? Quizás si seguimos por aquí acabemos en otro pasillo sin salida...