14/07/2017, 16:05
Tras mi sobreactuada reacción, obviamente, el marionetista captó mi atención, se detuvo y me vio encima de aquella plataforma de madera sobre la que me había puesto.
— Lo que hago no es precisamente un espectáculo de marionetas, pero aceptaré el cumplido — murmuró, mientras dejaba reposar a Gen con las cosas y se acercaba a saludarle, con su habitual sonrisa —. ¿Qué tal, Yota? Ya imaginé que estarías por aquí para el torneo; me alegra encontrarte.
— Oh, vamos, vamos. Tampoco te lo tomes de esa manera, simplemente es flipante lo que haces con Gen, como lo mueves y con al rapidez que lo haces. Me parece algo brutal — reconocí de forma realmente sincera. Era un tipo de lucha que merecía mi más absoluta admiración.
— Sí, en cuanto vi que Kenzou-sama me quería aquí para representar a nuestra nación supe que negarme no podía ser una opción. Piénsalo, si lo hacemos bien y logramos sorprenderle es posible que nos ganemos su favor y nos tenga en mayor consideración. No me agrada el luchar porque sí. No es mi estilo. Creo que nuestras habilidades deberían usarse únicamente para proteger a los nuestros de nuestros enemigos. Pero... me rasqué la nuca con la diestra — Bueno, si esto sirve para conseguir algo, aprovecharé mi oportunidad
*Y me llevaré por delante al que se interponga en mi camino*
— Pero no quiero molestarte, puedes seguir entrenando. De hecho... Yo debería hacer lo mismo. Todo sería más fácil si supieramos con quien tenemos que pelear...
Finalmente tomé asiento sobre aquella plataforma, dejando colgando mis piernas en un ligero vaivén lateral.
— Lo que hago no es precisamente un espectáculo de marionetas, pero aceptaré el cumplido — murmuró, mientras dejaba reposar a Gen con las cosas y se acercaba a saludarle, con su habitual sonrisa —. ¿Qué tal, Yota? Ya imaginé que estarías por aquí para el torneo; me alegra encontrarte.
— Oh, vamos, vamos. Tampoco te lo tomes de esa manera, simplemente es flipante lo que haces con Gen, como lo mueves y con al rapidez que lo haces. Me parece algo brutal — reconocí de forma realmente sincera. Era un tipo de lucha que merecía mi más absoluta admiración.
— Sí, en cuanto vi que Kenzou-sama me quería aquí para representar a nuestra nación supe que negarme no podía ser una opción. Piénsalo, si lo hacemos bien y logramos sorprenderle es posible que nos ganemos su favor y nos tenga en mayor consideración. No me agrada el luchar porque sí. No es mi estilo. Creo que nuestras habilidades deberían usarse únicamente para proteger a los nuestros de nuestros enemigos. Pero... me rasqué la nuca con la diestra — Bueno, si esto sirve para conseguir algo, aprovecharé mi oportunidad
*Y me llevaré por delante al que se interponga en mi camino*
— Pero no quiero molestarte, puedes seguir entrenando. De hecho... Yo debería hacer lo mismo. Todo sería más fácil si supieramos con quien tenemos que pelear...
Finalmente tomé asiento sobre aquella plataforma, dejando colgando mis piernas en un ligero vaivén lateral.
Narro ~ Hablo ~ Pienso ~ Kumopansa