17/07/2017, 22:28
Pero deberías tener cuidado con eso, sobre todo si estas tratando con un ninja: Conozco a un sujeto de Amegakure que te habría cortado una mano solo por una pequeña ocurrencia como esa.
—¿En serio? ¿Los ninjas de Amegakure son tan... Agresivos?— Pregunté en tono extrañado, sinceramente no conocía a ninguno que fuera capaz de hacer semejante acción, tampoco es que conociera muchos compatriotas, pero lo recién planteado sonaba atroz. —¿Quién sería capaz de algo así?— Expresé un tanto curioso.
—Y ahora, parece que también has perdido mis llaves, ¿no? —suspiro, como cansado, con pocas ganas de ponerse a buscar—. ¿Es que me estás jugando otra broma? Porque creo que no tiene mucho sentido, bien podría irme y pedir otro juego de llaves para mi habitación.
—No, no espera...— Miré a mi alrededor intentando recordar en donde había dejado las llaves. —Sé que las deje en un lugar cercano para que no se me extraviaran...— Comenté a la par que empezaba a palpar por encima de mi bermuda, hasta sentí algo duro, metí la mano y bingo. —Aquí están, toma.— Al terminar la frase el estiré las dichosas llaves.
—Espero no haberte hecho pasar un mal rato, pero quería saber sí los ninjas eran tan buenos como decían jeje, lo siento.— Dije en tono relajado e interponiendo una sonrisa para tratar de excusarme de mejor manera.
—Por cierto... ¿Ya sabes qué vas a vestir para la cena?— Me giré con indecisión al armario.
—¿En serio? ¿Los ninjas de Amegakure son tan... Agresivos?— Pregunté en tono extrañado, sinceramente no conocía a ninguno que fuera capaz de hacer semejante acción, tampoco es que conociera muchos compatriotas, pero lo recién planteado sonaba atroz. —¿Quién sería capaz de algo así?— Expresé un tanto curioso.
—Y ahora, parece que también has perdido mis llaves, ¿no? —suspiro, como cansado, con pocas ganas de ponerse a buscar—. ¿Es que me estás jugando otra broma? Porque creo que no tiene mucho sentido, bien podría irme y pedir otro juego de llaves para mi habitación.
—No, no espera...— Miré a mi alrededor intentando recordar en donde había dejado las llaves. —Sé que las deje en un lugar cercano para que no se me extraviaran...— Comenté a la par que empezaba a palpar por encima de mi bermuda, hasta sentí algo duro, metí la mano y bingo. —Aquí están, toma.— Al terminar la frase el estiré las dichosas llaves.
—Espero no haberte hecho pasar un mal rato, pero quería saber sí los ninjas eran tan buenos como decían jeje, lo siento.— Dije en tono relajado e interponiendo una sonrisa para tratar de excusarme de mejor manera.
—Por cierto... ¿Ya sabes qué vas a vestir para la cena?— Me giré con indecisión al armario.