20/07/2017, 15:45
(Última modificación: 20/07/2017, 15:47 por Uzumaki Eri.)
—Pues recorrer Minori, que para algo vine, ¿Verdad?— Rió el calvo. — Pero partiré hacia Ame luego.
— Espero que no vuelva a pasar nada malo mientras lo hagas, o si no me perderé toda la diversión, ¿no? — Bromeó la kunoichi mientras posaba una mano en su cintura. — Espero que lo disfrutes, Minori parece un lugar muy bonito.
Cuando ya se disponía a marcharse y decir adiós, Karamaru la sorprendió con una última pregunta que sin duda la de cabellos morados no se esperaba en absoluto, pero que, sin embargo; hizo sonreír a la chica.
— Nos volveremos a ver, ¿Verdad?
— ¡Por supuesto que sí! — Exclamó ella mientras levantaba su mano izquierda recogida en un puño. — Compartimos profesión y hemos salido airosos de una aventura, ¡es el destino! Así que si ambos deseamos volver a encontrarnos, no veo por qué el destino no nos deje cumplirlo.
Sonrió.
— ¡Ten cuidado, Karamaru-san! ¡Y que tengas un buen viaje! — Exclamaba la joven mientras se alejaba del chico, moviendo su mano a modo de despedida. — ¡Hasta pronto!
Y se fue, alejándose poco a poco del Amenio mientras intentaba recordar dónde diantres se había separado de su hermano para poder volver a partir hacia su villa mientras, seguramente; contaba su aventura, que había vivido junto al extraño calvo procedente de Amegakure.
Y lo contaría sin duda alguna, con una amplia sonrisa adornándole el rostro.
— Espero que no vuelva a pasar nada malo mientras lo hagas, o si no me perderé toda la diversión, ¿no? — Bromeó la kunoichi mientras posaba una mano en su cintura. — Espero que lo disfrutes, Minori parece un lugar muy bonito.
Cuando ya se disponía a marcharse y decir adiós, Karamaru la sorprendió con una última pregunta que sin duda la de cabellos morados no se esperaba en absoluto, pero que, sin embargo; hizo sonreír a la chica.
— Nos volveremos a ver, ¿Verdad?
— ¡Por supuesto que sí! — Exclamó ella mientras levantaba su mano izquierda recogida en un puño. — Compartimos profesión y hemos salido airosos de una aventura, ¡es el destino! Así que si ambos deseamos volver a encontrarnos, no veo por qué el destino no nos deje cumplirlo.
Sonrió.
— ¡Ten cuidado, Karamaru-san! ¡Y que tengas un buen viaje! — Exclamaba la joven mientras se alejaba del chico, moviendo su mano a modo de despedida. — ¡Hasta pronto!
Y se fue, alejándose poco a poco del Amenio mientras intentaba recordar dónde diantres se había separado de su hermano para poder volver a partir hacia su villa mientras, seguramente; contaba su aventura, que había vivido junto al extraño calvo procedente de Amegakure.
Y lo contaría sin duda alguna, con una amplia sonrisa adornándole el rostro.