24/07/2017, 15:22
Las palabras del moreno me dieron una idea, personalmente tenía un concepto específico de lo simple, y este era que a su vez todo lo simple era elegante.
—Nos vemos en la cena.— Despedí a mi acompañante.
Cuando me aseguré de que Kotetsu se hubiera marchado me dirigí a mi hermano. —Deja de hacerte el dormido, ya está bien.— Lancé una mirada fugaz hacia el Hyuuga.
Haze abrió un ojo lentamente y luego sonrió de forma delatadora. —Oi oi... No sé de qué hablas, simplemente me acabo de despertar.—
—Sí claro, no te conoceré yo...— No le dí más importancia al asunto y terminé acomodando el resto del desastre que había ocasionado. —¿Ya sabes qué te vas a poner?— Pregunté de nuevo, ya tenía una posible idea, pero otra perspectiva sería buena.
—Sí estoy bien, gracias.— Expresó aún con voz fañosa pero mucho mejor que antes. —¿Quién era tú amigo?—
—Es un ninja de Uzushiogakure, no sabe que soy ninja también no vayas a meter la pata.— Tras decir aquello me senté en el borde de la cama.
—No te preocupes, yo me encargo de la nuestra vestimenta.— Sonrió con un poco de confianza.
La hora de la cena llegó rápidamente, no tardó en llegar una persona a nuestra habitación con la finalidad de escoltarnos, era un poco extravagante todo aquel tipo de atenciones, o simplemente querrían asegurarse de que todos los invitados estuviesen en el comedor en la hora acordada. Tras darle una última revisada a mi vestimenta salí de la habitación con Hazegawa.
Estaba cómodo con mis ropas, un kimono de seda color verde y mi peinado igual que siempre; mi hermano vestía con un kimono similar al mío, el mismo corte y todo pero de color vinotinto.
Una vez en el comedor vería la gran mesa que parecía interminable, múltiples puestos libres y la elegancia que habían demostrado desde el inicio seguía presente en cada uno de sus detalles y artículos. Miré a mis alrededores y noté que, aparentemente, estaban todos los invitados por aquí, ahora me preguntaba ¿Cual sería nuestros asientos?
Poco después de nuestra llegada, apareció el Sarutobi, quien dio una bienvenida a todo el colectivo.
—Nos vemos en la cena.— Despedí a mi acompañante.
Cuando me aseguré de que Kotetsu se hubiera marchado me dirigí a mi hermano. —Deja de hacerte el dormido, ya está bien.— Lancé una mirada fugaz hacia el Hyuuga.
Haze abrió un ojo lentamente y luego sonrió de forma delatadora. —Oi oi... No sé de qué hablas, simplemente me acabo de despertar.—
—Sí claro, no te conoceré yo...— No le dí más importancia al asunto y terminé acomodando el resto del desastre que había ocasionado. —¿Ya sabes qué te vas a poner?— Pregunté de nuevo, ya tenía una posible idea, pero otra perspectiva sería buena.
—Sí estoy bien, gracias.— Expresó aún con voz fañosa pero mucho mejor que antes. —¿Quién era tú amigo?—
—Es un ninja de Uzushiogakure, no sabe que soy ninja también no vayas a meter la pata.— Tras decir aquello me senté en el borde de la cama.
—No te preocupes, yo me encargo de la nuestra vestimenta.— Sonrió con un poco de confianza.
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La hora de la cena llegó rápidamente, no tardó en llegar una persona a nuestra habitación con la finalidad de escoltarnos, era un poco extravagante todo aquel tipo de atenciones, o simplemente querrían asegurarse de que todos los invitados estuviesen en el comedor en la hora acordada. Tras darle una última revisada a mi vestimenta salí de la habitación con Hazegawa.
Estaba cómodo con mis ropas, un kimono de seda color verde y mi peinado igual que siempre; mi hermano vestía con un kimono similar al mío, el mismo corte y todo pero de color vinotinto.
Una vez en el comedor vería la gran mesa que parecía interminable, múltiples puestos libres y la elegancia que habían demostrado desde el inicio seguía presente en cada uno de sus detalles y artículos. Miré a mis alrededores y noté que, aparentemente, estaban todos los invitados por aquí, ahora me preguntaba ¿Cual sería nuestros asientos?
Poco después de nuestra llegada, apareció el Sarutobi, quien dio una bienvenida a todo el colectivo.