5/07/2015, 15:44
Esa epoca del año era una de las tres mejores, porque el verano era odioso, con todo el solano y las temperaturas por los aires. La única excusa que podias tener para que te gustara el verano era que fueras vendedor de relojes de Sol, que te funcionan durante más horas en verano, ya que los dias son más largos. En realidad, probablemente el verano era un invento de dichos vendedores, si es que se las saben todas, con tal de vender serian capaces de hacer arder el mundo. Malditos vendedores de relojes de Sol.
La cuestión, lo bonito que era el otoño, llovia a menudo, soplaba el vientecito fresquito, las temperaturas se mantenian en un punto normal, que podias salir a la calle como quisieras, manga corta porque hacia calorcito por el dia, manga larga si te vas a quedar hasta despues del atardecer que empieza a refrescar. En general, hacia buen tiempo, ni muy caliente ni muy frio.
Mientras Nabi seguia en sus razonamientos estacionales, un peliblanco hermano de un pelinegro, rondaba por los alrededores hasta que se decidió a saludarle. El rubio se alzó de golpe para buscar el origen de dicho saludante. Hasta que una cosa blanca en su campo de vision parecia moverse y hablar, y supuso que era eso. Se levantó, se sacudió toda la mierda que se le pudiera haber pegado a la ropa y guardandose su bastón en su sitio se acercó al susodicho.
- Hombre, si es el bueno de los gemelos en blanco y negro. La verdad es que me aburro mucho, y así es como he acabado aqui. Iba a entrenar pero aun no me sé ni las calles de Uzu. ¿Y tú que haces por estos lares?
Una vez estuviera a una distancia a la que pudieran entablar una conversación normal sin tener que alzar la voz volveria a hablar.
Por cierto, me encontré con tu hermano en la playa hace relativamente poco. Te estaba buscando, ¿no le estaras buscando tú a él ahora?
Esperaria a ver la respuesta del hermano serio. Siempre habia sido más... menos... no podia decir soso, pues Juro habia ejemplificado demasiado bien ese adjetivo, simplemente, Kota era menos Yota, era más centrado, más serio, menos divertido, menos loco. Ademas desprendia un aura de madurez que hacia flaquear el sarcasmo de Nabi, probablemente era porque le conocia y sabia como era, y era consciente de que no iba a responder a sus bromas de ninguna forma, entonces preferia mantener una conversacion decente y normal, que soltar una tonteria y que él se le quedara mirando, con una cara más petrea que el marmol.
Si tuviera branquias seguramente si le soltaria alguna estupidez.
La cuestión, lo bonito que era el otoño, llovia a menudo, soplaba el vientecito fresquito, las temperaturas se mantenian en un punto normal, que podias salir a la calle como quisieras, manga corta porque hacia calorcito por el dia, manga larga si te vas a quedar hasta despues del atardecer que empieza a refrescar. En general, hacia buen tiempo, ni muy caliente ni muy frio.
Mientras Nabi seguia en sus razonamientos estacionales, un peliblanco hermano de un pelinegro, rondaba por los alrededores hasta que se decidió a saludarle. El rubio se alzó de golpe para buscar el origen de dicho saludante. Hasta que una cosa blanca en su campo de vision parecia moverse y hablar, y supuso que era eso. Se levantó, se sacudió toda la mierda que se le pudiera haber pegado a la ropa y guardandose su bastón en su sitio se acercó al susodicho.
- Hombre, si es el bueno de los gemelos en blanco y negro. La verdad es que me aburro mucho, y así es como he acabado aqui. Iba a entrenar pero aun no me sé ni las calles de Uzu. ¿Y tú que haces por estos lares?
Una vez estuviera a una distancia a la que pudieran entablar una conversación normal sin tener que alzar la voz volveria a hablar.
Por cierto, me encontré con tu hermano en la playa hace relativamente poco. Te estaba buscando, ¿no le estaras buscando tú a él ahora?
Esperaria a ver la respuesta del hermano serio. Siempre habia sido más... menos... no podia decir soso, pues Juro habia ejemplificado demasiado bien ese adjetivo, simplemente, Kota era menos Yota, era más centrado, más serio, menos divertido, menos loco. Ademas desprendia un aura de madurez que hacia flaquear el sarcasmo de Nabi, probablemente era porque le conocia y sabia como era, y era consciente de que no iba a responder a sus bromas de ninguna forma, entonces preferia mantener una conversacion decente y normal, que soltar una tonteria y que él se le quedara mirando, con una cara más petrea que el marmol.
Si tuviera branquias seguramente si le soltaria alguna estupidez.
—Nabi—