Sangre sobre troncos

Otoño-Invierno de 221

Fecha fijada indefinidamente con la siguiente ambientación: Los ninjas de las Tres Grandes siguen luchando contra el ejército de Kurama allá donde encuentran un bastión sin conquistar. Debido a las recientes provocaciones del Nueve Colas, los shinobi y kunoichi atacan con fiereza en nombre de la victoria. Kurama y sus generales se encuentran acorralados en las Tierras Nevadas del Norte, en el País de la Tormenta. Pero el invierno está cerca e impide que cualquiera de los dos bandos avance, dejando Oonindo en una situación de guerra fría, con pequeñas operaciones aquí y allá. Las villas requieren de financiación tras la pérdida de efectivos en la guerra, y los criminales siguen actuando sobre terreno salpicado por la sangre de aliados y enemigos, por lo que los ninjas también son enviados a misiones de todo tipo por el resto del mundo, especialmente aquellos que no están preparados para enfrentarse a las terribles fuerzas del Kyuubi.

Sangre sobre troncos

Eikyuu Juro Sin conexión

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28/07/2017, 17:51 (Última modificación: 28/07/2017, 18:09 por Eikyuu Juro.)

— Esto... No estoy muy seguro de que le gusten los caramelos a Gen, así que mejor te doy uno a ti

Yota sacó su petaca y lanzó un caramelo hacia Juro. Este lo pilló en pleno vuelo, con la boca. Para eso era un experto. Después, soltó una carcajada. Movió sus manos, mientras Gen hacia una reverencia de agradecimiento.

— Eres el mejor, Yota — murmuró, aun sonriente. El caramelo era de limón. Estaba bueno. Lo devoró en nada.

Juro hizo a Gen recular y ponerlo cerca, metiendo las cuchillas en las ranuras de sus dedos, otra vez. Tenía ganas de combatir, pero lo cierto es que tenía cierto miedo de pelear con Yota. Más que nada, porque sabía de lo que era capaz.

« Creo que no voy a estar a la altura »

Él mismo lo había dicho. Sus estilos de combate eran muy diferentes. ¿Sería un buen compañero de entrenamiento?

En ese caso no habrá problemas y me irá bien moverme un poco. Estoy deseando ver de qué eres capaz en combate junto a Gen, ¡Demoslo todo!

— Si, claro. La marioneta me da igual. Pero intenta no romperme un hueso. Tus puñetazos son terribles — bromeó, mitad en serio.

Como no sabía si quería empezar ya o no, decidió cortar por lo sano y alejarse hasta estar a cinco metros de Yota. Esperó por si él quería alejarse más o quedar así.

El escenario que les rodeaba era el de un gran claro circular. En el espacio de cinco metros que había entre ambos se alzaba un gran tocón de tres metros de diámetro — con marcas por las cuchilladas de Gen — que se alzaba en altura hasta un metro, llegando aproximadamente a las rodillas de ambos shinobi. A su alrededor, había más tocones, de diferentes alturas. Parecía que fuesen a ser un factor a tener en cuenta en la pelea.