31/07/2017, 16:55
Por suerte, Skippy decidió acompañarle. Y los mafiosos no tuvieron reparo alguno en que él, la mujer o Kaido salieran de ahí a buscar algo de comida. Le pareció extraño después de tanto revuelo, pero no se iba a quejar de nada. Ymucho menos cuando tenía un par de tetas, firmes y suculentas, acariciándole el rostro.
Rojo como un tomate —o más bien morado— el escualo trató de acomodar a la muchacha que de a poco iba recuperando la conciencia. Fuera el aire fresco, o la fría y ligera llovizna cayendo sobre sus mejillas, algo le hacía volver en sí misma. Mientras Skippy preguntaba si había algo cerca para comer una pizza, el gyojin palpaba su rostro con poca fuerza de mejilla a mejilla para así ayudarle a despertar.
Y alejó el rostro lo suficientemente lejos como para que cuando ella despertara, no se llevase el susto de su vida.
—A un par de cuadras hay una calle completa de restaurantes y puestos de comida rápida. Seguro que ha de haber pizza ahí. Pero primero hay que ocuparnos de ella, Skippy-dono. ¿No la vamos a dejar por ahí tirada, o sí? —indagó, esperando que el viejo actuase con responsabilidad. Después de todo, había sido culpa suya. Y de su cigarrillo en extremo potente.
Rojo como un tomate —o más bien morado— el escualo trató de acomodar a la muchacha que de a poco iba recuperando la conciencia. Fuera el aire fresco, o la fría y ligera llovizna cayendo sobre sus mejillas, algo le hacía volver en sí misma. Mientras Skippy preguntaba si había algo cerca para comer una pizza, el gyojin palpaba su rostro con poca fuerza de mejilla a mejilla para así ayudarle a despertar.
Y alejó el rostro lo suficientemente lejos como para que cuando ella despertara, no se llevase el susto de su vida.
—A un par de cuadras hay una calle completa de restaurantes y puestos de comida rápida. Seguro que ha de haber pizza ahí. Pero primero hay que ocuparnos de ella, Skippy-dono. ¿No la vamos a dejar por ahí tirada, o sí? —indagó, esperando que el viejo actuase con responsabilidad. Después de todo, había sido culpa suya. Y de su cigarrillo en extremo potente.