1/08/2017, 23:02
—Ahora que lo pienso, aquello de cosas “extrañas”, les tengo una pregunta — Miré a el shinobi y mi hermano lo haría de la misma manera, ahora él tenía nuestra atención, no obstante, algo más pudo cautivar mi interés, pude oír unos golpes de tos seca, eran suaves, pero audibles.
"¿Naomi estará enferma también?" Pensé de manera ingenua. —Mira Haze, parece que ella también tiene gripe.— Comenté sin reparar mucho más en el ruido.
Sin embargo, la duda del peliblanco no se haría esperar, incluso pasando por alto la advertencia de su acompañante. —Si ustedes son hermanos, ¿Cómo es que tienen distintos apellidos? ... No entiendo, es que ambos tienen apellido, por lo que no creo que alguno de ustedes sea un bastardo. —
—Oh, mi señor... — Aquella oración la sentí como un susurro de lamento, dando a entender que el moreno había metido la pata con esa duda tan imprudente, que al parecer, la chica vio venir a leguas.
Me rasqué la nuca con la izquierda y volteé a ver al ojiblanco, él sabía lo que le querían decir mis orbes y sin ningún tapujo respondió. —No eres el único que pregunta eso, no importa.— Expresó dandose cuenta de que Miyazaki parecía desfallecer con aquel acto atrevido. —Keisuke y yo somos huérfanos y nos criamos juntos desde pequeños, somos hermanos aunque no de sangre, no sé sí sabes a lo que me refiero.—
Volví a ver a Kōtetsu y asentí en silencio a lo que comentó Hyuuga, aunque no pude evitar recordar algunos momentos que vivimos y a las personas que dejamos atrás en el orfanato.
—Pasa todo el tiempo, no nos afecta en nada...— Me acerqué un poco más a mi familiar. —Además, no los culpo sí no nos parecemos mucho.— Manifesté como sí estuviera esperando a que nos comparasen físicamente para luego volver a mi posición inicial.
—Por cierto, ¿a qué hora empieza la cena?— Murmuré para no comentar nada fuera de lugar por la cercanía al encargado.
"¿Naomi estará enferma también?" Pensé de manera ingenua. —Mira Haze, parece que ella también tiene gripe.— Comenté sin reparar mucho más en el ruido.
Sin embargo, la duda del peliblanco no se haría esperar, incluso pasando por alto la advertencia de su acompañante. —Si ustedes son hermanos, ¿Cómo es que tienen distintos apellidos? ... No entiendo, es que ambos tienen apellido, por lo que no creo que alguno de ustedes sea un bastardo. —
—Oh, mi señor... — Aquella oración la sentí como un susurro de lamento, dando a entender que el moreno había metido la pata con esa duda tan imprudente, que al parecer, la chica vio venir a leguas.
Me rasqué la nuca con la izquierda y volteé a ver al ojiblanco, él sabía lo que le querían decir mis orbes y sin ningún tapujo respondió. —No eres el único que pregunta eso, no importa.— Expresó dandose cuenta de que Miyazaki parecía desfallecer con aquel acto atrevido. —Keisuke y yo somos huérfanos y nos criamos juntos desde pequeños, somos hermanos aunque no de sangre, no sé sí sabes a lo que me refiero.—
Volví a ver a Kōtetsu y asentí en silencio a lo que comentó Hyuuga, aunque no pude evitar recordar algunos momentos que vivimos y a las personas que dejamos atrás en el orfanato.
—Pasa todo el tiempo, no nos afecta en nada...— Me acerqué un poco más a mi familiar. —Además, no los culpo sí no nos parecemos mucho.— Manifesté como sí estuviera esperando a que nos comparasen físicamente para luego volver a mi posición inicial.
—Por cierto, ¿a qué hora empieza la cena?— Murmuré para no comentar nada fuera de lugar por la cercanía al encargado.