6/07/2015, 23:02
Lo primero que se le vino a la mente al chico fue... "Dios, en Uzu no hay ni una sola persona medio bien de la cabeza... vaya tela." Luego recordó que Juro sí que parecía normal, o al menos estable... quizás sabía controlar su demencia. En fin, tampoco era el Yotsuki de calificar a una sociedad como X cosa, no era de esos a los que le gusta discriminar.
Con la explicación que le dio la chica acerca de ese "popu" se quedó básicamente igual, sin saber de qué palabra, ritmo musical, equipo de fútbol americano, o nave espacial se trataba. Al parecer era una costumbre que arrastraba desde pequeña, aunque tampoco era para indagar. Era una coletilla, así de simple. Evidentemente, no tardó en volver a mencionar ese "popu". Si, si que empesaba a sonar repetitivo, y eso que apenas había hablado con ella... aunque eso no se lo iba a soltar así. Evidentemente, lo que menos quería era ser desagradable con alguien que no lo había sido con él. Pese a haberle despertado.
— Bueno... es una coletilla mas, supongo... Encantado de conocerte, Eri. —
Eri no tardó en acoplarse a su vera, y tras ello le preguntó sin miramientos el porqué había viajado hasta aquella isla. En algo tenía razón, muy turísticas tampoco eran esas islas. Ahí mismo ella había dado en la respuesta. Era simple, sencillo, y para toda la familia.
— Pues precisamente por eso... buscaba un poco de relax. Aquí no suele haber demasiado ajetreo, y menos en invierno, así que mi tío me acompañó hasta éstas islas. Al parecer es muy buen sitio para tomar unas pequeñas vacaciones... —
Tras responder, el chico se dejó caer de nuevo sobre la arena, perdiendo su compostura sentada. Al topar con la arena su espalda, el chico dejó extendidos los brazos, quedando casi formando una cruz. Dejó caer un suspiro, mientras que sus orbes se perdían en el infinito azul que había sobre ambos.
— Es un lugar muy bueno, la verdad... la playa es agradable, apenas hay ruidos.... — Continuó hablando. — Y tú... ¿Por qué has venido? — Preguntó sin reparo.
Entre tanto, el chico mantuvo su mirada en el cielo, tumbado boca arriba.
Con la explicación que le dio la chica acerca de ese "popu" se quedó básicamente igual, sin saber de qué palabra, ritmo musical, equipo de fútbol americano, o nave espacial se trataba. Al parecer era una costumbre que arrastraba desde pequeña, aunque tampoco era para indagar. Era una coletilla, así de simple. Evidentemente, no tardó en volver a mencionar ese "popu". Si, si que empesaba a sonar repetitivo, y eso que apenas había hablado con ella... aunque eso no se lo iba a soltar así. Evidentemente, lo que menos quería era ser desagradable con alguien que no lo había sido con él. Pese a haberle despertado.
— Bueno... es una coletilla mas, supongo... Encantado de conocerte, Eri. —
Eri no tardó en acoplarse a su vera, y tras ello le preguntó sin miramientos el porqué había viajado hasta aquella isla. En algo tenía razón, muy turísticas tampoco eran esas islas. Ahí mismo ella había dado en la respuesta. Era simple, sencillo, y para toda la familia.
— Pues precisamente por eso... buscaba un poco de relax. Aquí no suele haber demasiado ajetreo, y menos en invierno, así que mi tío me acompañó hasta éstas islas. Al parecer es muy buen sitio para tomar unas pequeñas vacaciones... —
Tras responder, el chico se dejó caer de nuevo sobre la arena, perdiendo su compostura sentada. Al topar con la arena su espalda, el chico dejó extendidos los brazos, quedando casi formando una cruz. Dejó caer un suspiro, mientras que sus orbes se perdían en el infinito azul que había sobre ambos.
— Es un lugar muy bueno, la verdad... la playa es agradable, apenas hay ruidos.... — Continuó hablando. — Y tú... ¿Por qué has venido? — Preguntó sin reparo.
Entre tanto, el chico mantuvo su mirada en el cielo, tumbado boca arriba.