1/08/2017, 23:59
— ¿Has terminado ya el libro que te dejé?
— Pues... Nop.
— ¿Sabes que llevas prácticamente desde que te graduaste con él, verdad?
— Cada vez que me pongo a leer algo ocurre, la última vez me dijiste que nos fuéramos de viaje, antes de esa, vinieron dos... Dos impertinentes a decir cosas bajo mi ventana, ¿cuándo quieres que saque tiempo? — Después de estar prácticamente dando vueltas por la casa buscando lo que quedaba de sus ropas y su bandana, Eri paró para encarar a su hermano. — Además, últimamente he estado muy liada...
Aunque más que liada, lo que hacía era huir de la realidad que la perseguía, y es que... ¿Un torneo? ¿Ahora? ¿Y habían enviado una invitación para ella? Todavía no se lo creía, y se sentía aterrada y emocionada al mismo tiempo.
Así que cuando le llegó aquella nota de Nabi, no dudó en acudir a su encuentro para ver si lograban recibir una misión antes de su viaje al Valle de los Dojos.
— Bueno, Ryu, me voy ya, no te preocupes que el libro lo tendré leído antes de... De mi regreso, sí, eso. — Alegó mientras abría la puerta. — ¡Hasta luego!
Y con eso cerró la puerta con suavidad dejando a su hermano en el interior mientras ella se disponía a emprender su caminata hasta el edificio de la Uzukage. No estaba muy lejos pues quedaba a solo un par de calles de su casa, así que por primera vez decidió no ir corriendo y disfrutar un poco del buen tiempo que hacía aquel día, aunque como era temprano el calor no achicharraba, de momento.
Con suerte no tardó en divisar la rubia cabellera tan característica de Nabi, que esta vez se encontraba apoyado en un árbol cercano a su destino. Por ello, cuando lo vio; se acercó a él ondeando su mano izquierda de forma rítmica y una sonrisa adornando sus rosados labios.
— ¡Buenos días, Nabi-kun! — Exclamó una vez estuviese cerca del chico. — ¿Listo para seguir con esa racha? — Preguntó mientras giraba su cabeza hacia el puente que tendrían que cruzar para entrar al edificio.
La verdad es que no sabía muy bien si terminarían saliendo de allí con un encargo o bien saldrían con las manos vacías, pero nunca estaba de más intentarlo.
— ¡Venga, vamos! — Volvió a exclamar, intentando no perder más el tiempo allí mientras sabía que podía estar ya en el mostrador, eso y que sentía que no podía estarse quieta.
— Pues... Nop.
— ¿Sabes que llevas prácticamente desde que te graduaste con él, verdad?
— Cada vez que me pongo a leer algo ocurre, la última vez me dijiste que nos fuéramos de viaje, antes de esa, vinieron dos... Dos impertinentes a decir cosas bajo mi ventana, ¿cuándo quieres que saque tiempo? — Después de estar prácticamente dando vueltas por la casa buscando lo que quedaba de sus ropas y su bandana, Eri paró para encarar a su hermano. — Además, últimamente he estado muy liada...
Aunque más que liada, lo que hacía era huir de la realidad que la perseguía, y es que... ¿Un torneo? ¿Ahora? ¿Y habían enviado una invitación para ella? Todavía no se lo creía, y se sentía aterrada y emocionada al mismo tiempo.
Así que cuando le llegó aquella nota de Nabi, no dudó en acudir a su encuentro para ver si lograban recibir una misión antes de su viaje al Valle de los Dojos.
— Bueno, Ryu, me voy ya, no te preocupes que el libro lo tendré leído antes de... De mi regreso, sí, eso. — Alegó mientras abría la puerta. — ¡Hasta luego!
Y con eso cerró la puerta con suavidad dejando a su hermano en el interior mientras ella se disponía a emprender su caminata hasta el edificio de la Uzukage. No estaba muy lejos pues quedaba a solo un par de calles de su casa, así que por primera vez decidió no ir corriendo y disfrutar un poco del buen tiempo que hacía aquel día, aunque como era temprano el calor no achicharraba, de momento.
Con suerte no tardó en divisar la rubia cabellera tan característica de Nabi, que esta vez se encontraba apoyado en un árbol cercano a su destino. Por ello, cuando lo vio; se acercó a él ondeando su mano izquierda de forma rítmica y una sonrisa adornando sus rosados labios.
— ¡Buenos días, Nabi-kun! — Exclamó una vez estuviese cerca del chico. — ¿Listo para seguir con esa racha? — Preguntó mientras giraba su cabeza hacia el puente que tendrían que cruzar para entrar al edificio.
La verdad es que no sabía muy bien si terminarían saliendo de allí con un encargo o bien saldrían con las manos vacías, pero nunca estaba de más intentarlo.
— ¡Venga, vamos! — Volvió a exclamar, intentando no perder más el tiempo allí mientras sabía que podía estar ya en el mostrador, eso y que sentía que no podía estarse quieta.
![[Imagen: ksQJqx9.png]](https://i.imgur.com/ksQJqx9.png)